Falta menos de un mes para que se
celebren elecciones municipales en toda España y autonómicas en doce
comunidades. Con esos comicios iniciaremos un ciclo electoral que tendrá su
punto álgido a finales de año, cuando se lleven a cabo las elecciones generales
y se cerrará en mayo del año próximo con las elecciones al Parlamento europeo.
De todas formas, no se debería descartar el adelanto electoral en alguna
comunidad autónoma donde ahora no se celebran, como podría ocurrir en Cataluña en
2024. Pero eso ya lo comentaremos en otra ocasión, ahora centrémonos en las
elecciones de mayo.
A estas alturas, un ejército de expertos en datos, redes, estrategia, publicidad y marketing
ya lo tiene todo listo para conquistar el corazón de los votantes. O, al menos,
ese es el objetivo. Quedan veinte pocos días y en las sedes de los partidos ya
está todo a punto, los sondeos andan muy ajustados y parece que podría producirse
un empate entre los bloques de la izquierda y la derecha. En esas
circunstancias, los detalles pueden inclinar la balanza.
Si ponemos el foco en clave partidos, el PSOE se
juega retener la presidencia de nueve autonomías, 22 capitales de provincia y
su continuidad en La Moncloa. Por su parte, el PP se plantea como objetivos
innegociables, retener el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid para consolidar
sus expectativas como partido de Gobierno. Pero, además, necesita arrebatar
alguna autonomía a los socialistas y los populares han colocado Valencia en el
punto de mira. Ese sería la mejor credencial para ganar las generales. Por su
parte, tanto Podemos como Vox pondrán en valor su utilidad como fuerzas indispensables
para formar coaliciones y Ciudadanos se juega, sencillamente, la supervivencia.
En estas elecciones sobre vuela una cuestión que no
es menor: si habrá o no cambio político en España. No serán pocos los analistas
políticos que en función de los resultados del 28 M hagan cábalas para saber si
la derecha (sola o con el apoyo de la extrema derecha) arrebata el poder al
primer Gobierno de coalición progresista desde la restauración de la democracia.
Son muchos los que ven estas elecciones municipales como unas primarias de las
generales. No obstante, hay que tener en cuenta que los ciudadanos diferencian
unos procesos de otros y las motivaciones son diferentes. Pero, desde luego, de
estos comicios saldrá un esbozo electoral que marcará el camino hacia las
generales.
Llevamos, de todos modos, muchos meses viviendo una crisis institucional sin precedentes y eso hace que estamos
inmersos en un clima de crispación y desacuerdo
entre los dos grandes partidos y, esta situación, no solo va a continuar hasta
las elecciones generales, sino que es muy probable que vaya en aumento. Eso es
algo que tienen asumido en la dirección de todos los partidos No habrá tregua,
y el tiempo apremia.
En el PP preocupa la falta de
fondo de Núñez Feijóo. El líder del Partido Popular poco a poco se va
desinflando a pesar de los sondeos de empresas privadas que le otorgan una
primera posición en unas elecciones generales. Hemos visto como ha zozobrado
con el tema de la legalización del regadío de fresas en los entornos de Doñana.
La irrupción en el
debate político del cambio climático a solo un mes de las
elecciones autonómicas y municipales ha supuesto un serio
contratiempo para el PP. El grupo dirigente de los populares se ha percatado de la situación y ha
decidido rebajar las expectativas sobre las elecciones municipales y
autonómicas del próximo 28 de mayo. Son conscientes de que en política es
fundamental la gestión de las expectativas. Y eso es un signo de madurez política que
acostumbra a generar buenos rendimientos electorales.
Por su parte, el PSOE ya ha puesto en marcha una doble estrategia. Por un
lado, está poniendo en práctica una “lluvia fina”, explicando, de forma clara y
muy pedagógica las 192 reformas que se han llevado a cabo a lo largo de la
legislatura y que en ocasiones han pasado desapercibidas. En ese contexto, es
razonable pensar que Pedro Sánchez irá desgranado nuevas iniciativas como la construcción de 20.000 nuevas viviendas públicas en terrenos del
Ministerio de Defensa, que se unirán a las 50.000
de la Sareb y las 43.000 financiadas por el ICO. Por otro, los líderes territoriales socialistas, que parten con la
ventaja de hacer campaña desde la posición privilegiada de sus respectivos
gobiernos, se centrarán en la estabilidad institucional, defenderán los
intereses particulares de cada región, pero tendrán un hilo conductor que serán
las políticas sociales del Gobierno Central y ensalzar las medidas de La
Moncloa contra el aumento de los precios por la inflación.
Como siempre
que se celebran unas elecciones hay muchas cosas en juego y, sin duda alguna,
lo que más nos convine a todos es que ganen y gobiernen aquellas opciones que
mejor favorezcan el bien común y le interés general. Pero este ciclo va a suponer, también, una criba para los líderes políticos y es
muy probable que, más de uno, ante la crudeza de los resultados tenga que dejar
la política activa.
Y si no,
tiempo al tiempo.
Bernardo Fernández
Publicado en e notícies 27/04/2023
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada