20 de maig 2012

EL CLAVO ARDIENDO

Nunca es bueno vender la piel del oso antes de cazarlo, pero en política es una temeridad. Por eso, sería conveniente que los profetas de la catástrofe que habían vaticinado la muerte del socialismo, echaran un vistazo a los resultados de las elecciones a la Presidencia de Francia que se celebraron el pasado 6 de mayo.


Desde que se inició esta maldita crisis que nos tiene al borde del precipicio, todos los gobiernos que han convocado elecciones han sufrido castigo en las urnas, Nicolás Sarkozy no ha sido una excepción. Con ese panorama de fondo, la izquierda francesa y la europea por extensión han renacido de la mano de François Hollande.

Tras la confirmación de la victoria, Hollande pronunció un emotivo discurso que comenzó con el envío del saludo republicano a su, hasta entonces, rival Sarkozy. En el mismo prometió “ejemplaridad institucional” e invitó a los franceses a “sobrevolar las estrellas”. La igualdad, la justicia social, la educación y la reorientación de Europa hacia el crecimiento y el empleo, dijo, serán las prioridades sobre las que articulará su acción política.

Para empezar, Hollande deberá agrupar y pacificar el país. El escenario que queda tras el mandato Sarkozy, que dijo que había que “refundar el capitalismo”, no es nada halagüeño. No será fácil. La crisis está ahí y no da tregua. El nuevo Presidente, más que un ideólogo, es un socialdemócrata pragmático y quizás ese es el perfil que más conviene en esta coyuntura.

El primer gran reto que deberá afrontar el primer mandatario francés, fuera de sus fronteras, será revisar con Ángela Merkel los planes de austeridad, el plan fiscal y el plan de crecimiento económico de la UE. Para ello, Hollande deberá actuar con inteligencia y no desgastarse en negociaciones estériles. Por ejemplo: de momento es innecesaria la renegociación del Pacto Fiscal ya que las reglas de austeridad que en el mismo se propugnan no se han de aplicar antes de 5 años, por tanto, tiempo habrá y seguramente más favorable. Además, Francia puede posponer su equilibrio presupuestario hasta 2017, en vez de 2016 como había asumido Sarkozy. Asimismo, es una evidencia que muchos países no podrán cumplir con los compromisos adquiridos (léase compromisos impuestos), en consecuencia, sería bueno empezar a conjugar el concepto austeridad con el de estabilidad y el de crecimiento económico.

François Hollande debería plantear el avance hacia una unión fiscal real y, para ello, los eurobonos son una pieza clave. Seguro que en ese punto encontrará fuertes resistencias, pero es evidente que los mencionados eurobonos son preferibles a las intervenciones del BCE en el mercado secundario de bonos. De todos modos, una condición previa ha de ser la elaboración, con carácter de urgencia, de un plan de crecimiento para la zona euro y la UE. Europa sólo tiene razón de ser si mantiene su Estado de bienestar y éste es insostenible sin una economía competitiva.

El viento empieza a soplar a favor. Europa suspira por el crecimiento. Hasta Mariano Rajoy acabará bajando del burro y, más pronto que tarde, deberá asumir que ese es el camino y aunque sea el porteador de Merkel deberá aproximarse a las tesis del socialismo galo. Hollande se ha convertido ya en el valedor de las nuevas políticas en la UE. Es verdad que no tiene una varita mágica. Pero no es menos cierto que las terapias que proponga para resolver los problemas no serán las mismas que las de Monti en Italia o Cameron en el reino Unido y, desde luego, muy diferentes a las de la canciller alemana.

En clave interna, habrá que ver los resultados de las legislativas que se celebrarán en junio. La derecha francesa está, tras la derrota en las presidenciales, en una situación difícil, eso hará que el Frente Nacional aproveche para sacar tajada y en esas circunstancias, es probable que la izquierda obtenga una cómoda victoria. En estos momentos ya controla el Senado y gran parte de instituciones locales. En consecuencia, Hollande podrá disfrutar de una amplia mayoría y eso le ha de permitir desenvolverse con holgura. Veremos.

Se empiezan a vislumbrar tiempos nuevos que no serán fáciles, pero que son posibles. Para no perder la esperanza la ciudadanía necesita aferrase a algo, aunque sea un clavo ardiendo y ese clavo ardiendo hoy se llama François Hollande.



Bernardo Fernández

Publicado en La Voz de Barcelona 18/05/12

PRIMER ANIVERSARI

Vagi per endavant la meva simpatia i el meu recolzament pel moviment 15.M i els indignats. Aquests dies es compleix un any des de la seva “posada de llarg” i han tornat a sortir al carrer. És veritat que potser no han fet amb la mateixa quantitat que la primera vegada, però no és menys cert que ho han fet en la mateixa o més “qualitat” que a les hores.


És evident que el nostre sistema democràtic té moltes mancances. i li cal una renovació a fons. Per altra banda, no n’hi ha cap dubte de que moltes de les reivindicacions del moviment del 15M son raonables. De fet, jo subscriuria la majoria de les mateixes. Tenen tota la raó del mon quan posen sobre la taula temes fonamentals per a la nostra societat, com el dret al treball, a un habitatge digne, a una sanitat i una educació de mes qualitat, la donació en pagament, el respecte al medi natural o la revisió dels mecanismes de la nostra democràcia representativa. És obvi que ningú amb un mínim de seny i una mínima inquietud social estarà en contra de parlar d’aquests temes i buscar solucions perquè aquests són els temes que a tots en porten de corcoll, amb ells està en joc el nostre futur i el dels nostres fills i nets.

Tot això és rigorosament cert, ara bé, no hem d’oblidar que la democràcia es votar, si, però també és escoltar convèncer i la possibilitat de ser convençut, i a la vegada crear contínuament consensos majoritaris per a la solució dels grans i petits problemes que es generen amb la convivència diària. Es precisament per això que ens equivocaríem greument si no escoltéssim aquests missatges que ens envien els “indignats” que aquests últims dies han tornat a les places de les nostres ciutats. És veritat que els polítics -els que governen i els que no- han d’apropar-se a aquesta gent i escoltar. Però cal, també, reciprocitat. És a dir, és necessari que els membres del Moviment 15M i els indignats, estiguin disposats a escoltar a enraonar i sobretot a reflexionar.

La nostra democràcia té mancances, és veritat. Té imperfeccions, cert. Però també es veritat que és equiparable a la resta de sistemes democràtics del mon occidental. –la qual cosa no vol dir que no sigui francament millorable.- “Sempre ens quedarà la paraula” va dir el poeta. Aquest és el camí, el camí de la paraula, el pacte, el acord i el consens.

Sense voler donar consells a ningú –no és la meva feina.- estic convençut que seria intel•ligent canalitzar les seus plantejaments més importants mitjançant els mecanismes que te establerts el sistema de representació: les Corts Generals, els Parlaments Autonòmics, o els Ajuntaments, cada un en l’àmbit de les competències que tenen atribuïdes en el nostre Estat de Dret. Aquest és el camí i jo no sé veure cap altre.

En qualsevol cas, voldria acabar aquest escrit amb un missatge positiu: El moviment 15 M i els indignats han demostrat amb les seves mobilitzacions d’aquests dies i la feina feta al llarg d’aquest darrer any que tenen criteri i corda per estona, per tant, val la pena, doncs, que els donem el nostra suport, no ens penedirem.



Bernardo Fernández

Publicat a e-noticies 16/05/12

IRSE DE ROSITAS

Los perores presagios sobre Bankia se han hecho realidad. Era un secreto a voces. El Gobierno ha tenido que intervenir la entidad. Bankia, por su tamaño, es una pieza sistémica y si se la hubiera dejado caer, con toda probabilidad, hubiera arrastrado a buena parte de nuestro sistema financiero y habría provocado graves daños en la ya maltrecha economía del país, y eso es algo que no nos podemos permitir.


Por tanto, hay que entender la acción de intervención del Gobierno como la más acertada, dadas las circunstancias. Ahora bien, eso no obsta para que se analice porqué se ha llegado hasta aquí y, si a lugar, se depuren responsabilidades.

Se debería empezar por el Gobernador del Banco de España. Hombre prolífico, donde los haya, opinando y dando consejos sobre lo divino y lo humano, pero, según parece, laxo en el control de las entidades financieras del país. También sería bueno saber hasta donde alcanza la responsabilidad, en estos temas, de los altos directivos de nuestro Banco.

Asimismo deberíamos conocer lo sucedido con los informes que pasaban los inspectores a sus superiores. De igual forma, se debería investigar la actuación de los políticos responsables de Economía en las CCAA donde Bankia y las entidades absorbidas por ésta tenían sus sedes centrales y sus campos de acción principales. Y para terminar, no estaría mal hacer un examen exhaustivo por si los gestores de Bankia, antes o después de la fusión, hubieran podido cometer delitos tales como el de malversación de fondos públicos.

Los ciudadanos podemos aguantar muchas cosas, como por ejemplo: recortes, subidas de impuestos, pérdida de derechos, etc. Ahora bien, lo que no estamos dispuestos a tolerar es que aquellos a los que se les han otorgado altas responsabilidades y deberían tener un comportamiento ejemplar y servirnos de referencia, se rían en nuestras narices y encima se vayan de rositas. Hasta ahí podríamos llegar.



Bernardo Fernández

Publicado en ABC 16/05/12

04 de maig 2012

MEMÒRIA FEBLE

Potser ja ningú se’n recorda i si algú se’n recordava ha preferit oblidar-ho, però va ser l’últim govern Pujol, quan ja estava en funcions per acabar-ho d’adobar, el que va decidir allargar la concessió dels peatges de les autopistes catalanes. Ara, s’ha de reconèixer que aquests xicots convergents són fantàstics. Com deia la meva avia: “A Dios rogando y con el mazo dando”. No s’immuten, per això mai res no ha impedit que CiU se sumi a totes les iniciatives ciutadanes del tipus “Catalunya lliure de peatges” o aquesta d’ara: #novullpagar.


Sens dubte la pirueta del govern de la Generalitat en la polèmica dels peatges és genial. Per una banda, el conseller d’Interior diu que no enviarà més mossos a les autopistes davant la protesta organitzada. El portaveu del Govern diu que compren l’actitud de la ciutadania i, de forma simultània el Conseller de Territori i Sostenibilitat ha convocat la taula que reuneix tots els afectats per els propers dies.. És a dir, en un moviment coordinat, CiU apareix del costat de la protesta, tot i ser partit de govern. No impulsa, però tolera. El govern “entén” les protestes.

El govern pot entendre el que vulgui, però el govern ha de governar i això vol dir respectar i fer complir la legalitat i si aquesta no agrada es canvia...si es pot.

Quins nassos!


Bernardo Fernández

Publicat a e-notícies.com 3/05/2012

02 de maig 2012

APRENDER DE LA HSITORIA

En julio de 1977, después de ganar las primeras elecciones libres, Adolfo Suárez nombraba a Enrique Fuentes Quintana, uno de los más prestigiosos economistas del país en aquel entonces, vicepresidente económico del Gobierno. De esa forma, el ajuste económico que se debía hacer se convertía en el eje vertebrador de toda la acción política. Era de todo punto necesario restablecer el equilibrio económico y, para ello, se debía frenar la espiral desbocada de precios y salarios, origen de una inflación galopante, a la vez que había que reducir el déficit público y poner freno a la deuda que iba camino de alcanzar niveles inasumibles. En esas circunstancias, Fuentes Quintana tuvo claro que en una operación de esas magnitudes sería imposible tener éxito sin tener en cuenta a las fuerzas políticas y sociales más relevantes. En consecuencia, promovió una negociación multilateral en la que, además del Ejecutivo, participaron las fuerzas políticas con representación parlamentaria, sindicatos y patronales. El resultado de esas negociaciones fueron los Pactos de la Moncloa que se firmaron en octubre de 1977. Hoy, con la perspectiva que dan los más de 35 años transcurridos, podemos decir que los Pactos de la Moncloa fueron un éxito. Como país conseguimos transitar de un sistema autoritario a una democracia y admitiendo que hubo errores y omisiones el objetivo principal, la transición política se logró plenamente. Ciertamente, aquella situación dista mucho de la actual, pero algunos rasgos de entonces parecen comunes a los de la crisis actual. Teníamos y tenemos una economía con problemas estructurales graves, los orígenes de la situación, en buena parte, eran y son ajenos a nosotros y entonces, como ahora, se percibía y se percibe debilidad en la acción política. Asimismo, la contracción del PIB fue en aquella época del 1%, mientras que desde principios de 2008 hasta hoy la caída del Producto Interior Bruto ya ha alcanzado el 5%. Si miramos las cifras de desempleo, veremos que ahora superamos los 5 millones de parados que equivalen a un 24% de la población activa, la misma proporción que en 1985. Un antiguo adagio dice que los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla. Y aunque es verdad que el PP de hoy, a diferencia de la UCD de 1977, goza de una cómoda mayoría parlamentaria y eso le permite aprobar mecánicamente cuantas iniciativas considere oportunas, resulta una evidencia que los populares se están quedando aislados. Un ejemplo: la tramitación de los presupuestos aprobada recientemente, votada favorablemente sólo por la bancada popular. Si lo que se pretende es mantener el Estado del bienestar dentro de unos límites lógicos, los pactos son absolutamente necesarios. No es razonable llevar a cabo un recorte presupuestario de 27.000 millones de euros y otro adicional de más de 10.000 millones en sanidad, educación y universidades sin tener en cuenta a la oposición política y los agentes sociales. Todos estos datos y muchos otros indican que le Gobierno está siendo superado por los acontecimientos. En estas circunstancias es sensato pensar que se debería convocar a las fuerzas vivas del país (tanto políticas como sociales) y aparcar los intereses partidistas para arrimar, todos, el hombro y remar en la misma dirección. Tan solo así podremos salir de esta crisis que es sistémica. Y precisamente por ser sistémica, no la superaremos sino no es, primero, con la complicidad de la sociedad civil en el ámbito interno, como se hizo en la época de la transición. Y después, buscando la colaboración de países como Italia o Bélgica que están con el agua al cuello como nosotros. De hacerlo, seguro que otros se añadirían a nuestras propuestas. Además, si finalmente Françoise Hollande acaba ganando la Presidencia de Francia, puede ser no ya un gran aliado, sino el paladín que plante cara a las políticas de austeridad a ultranza de Ángela Merkel, que son las que nos están poniendo a los pies de los caballos. Será curioso que al final un socialdemócrata confeso como es Hollande tenga que ser quien salve los muebles de un gobierno tan de derechas como es el de Mariano Rajoy. Y es que la política como la vida, es una pura contradicción. Bernardo Fernández Publicado en la Voz de Barcelona 27/04/12

APUNTES PARA UN NUEVO MODELO DE FINANCIACIÓN

En una iniciativa inédita hasta la fecha, en materia financiera, una veintena de entidades empresariales catalanas hicieron público, días at...