28 de gener 2024

PUNTOS DE VISTA CONTRAPUESTOS

A pesar del fuerte impacto de la inflación, la riqueza conjunta de los cinco hombres más ricos del mundo se ha más que duplicado desde 2020, pasando de 405.000 millones de dólares a 869.000 —unos 14 millones de dólares por hora— mientras que la riqueza acumulada del 60% más pobre (casi cinco mil millones de personas) ha disminuido. De seguir así, el mundo tendrá su primer billonario dentro de una década, aunque la pobreza no será erradicada hasta dentro de 229 años.

El párrafo anterior está extraído del informe Desigualdad S.A, de OXFAM Intermón, publicado el mismo día que las élites empresariales se reunían en el Foro Económico Mundial en Davos. Ese dosier pone de manifiesto que siete de las diez empresas más grandes del mundo tienen a un milmillonario como director ejecutivo o accionista principal. El valor de mercado conjunto de estas empresas es de 10,2 billones de dólares, cifra que supera el PIB sumado de todos los países de África y América Latina.

La localidad suiza de Davos acogió, una vez más, entre el 15 y el 19 de este mes de enero, el encuentro anual del Foro Económico Mundial que este 2024 se ha reunido bajo el lema "Reconstruyendo la confianza". Este evento congrega entre jefes de estado y de gobierno, directores ejecutivos de empresas, representantes de la sociedad civil, medios de comunicación globales procedentes de África, Asia, Europa, Oriente Medio, América Latina y América del Norte, cerca de 2.500 personalidades, con el objetivo de trabajar juntos para reconstruir la confianza y dar forma a los principios, políticas y asociaciones necesarias para afrontar los retos que plantea el año 2024.

La guerra en Ucrania y el aumento en la inflación y los tipos de interés han desencadenado importantes transformaciones y en esa reunión se pretendía abordar los riesgos sistémicos para evitar la incertidumbre y la fragilidad. El Foro de Davos 2024 ha buscado impulsar soluciones con visión de futuro y abordar los retos mundiales más acuciantes mediante la cooperación público-privada.

No cabe duda que, esos encuentros, eminentemente, económicos tienen, también, una estrecha relación con la política. Por eso, no es casual que cada año acudan a la cita los líderes políticos más en boga en el momento.

En esta ocasión fue el ultra liberal argentino: Javier Milei, la estrella del evento. No podía ser de otra manera porque este hooligan social, recién llegado a la cúpula del poder, es un defensor a ultranza del libre mercado y ese es el becerro de oro de los ejecutivos que llenaban a reventar la sala de convenciones.

Según el líder argentino, el mundo se encuentra en manos del socialismo en todo el planeta. “Estoy acá para decirles que Occidente está en peligro. En todo el mundo, los líderes que deben defender sus valores se encuentran cooptados por una visión del mundo que conduce al socialismo y a la pobreza. En las últimas décadas, motivados algunos por el deseo biempensante de querer ayudar al prójimo, y otros por el deseo de pertenecer a una casta privilegiada, los principales líderes del mundo occidental han abandonado la libertad por el llamado colectivismo, que es la causa de todos los problemas”, sostenía Milei, mientras ejecutivos, políticos y periodistas internacionales escuchaban la traducción —habló en castellano— y se miraban sorprendidos porque si algo brillaba por su ausencia en Davos era el socialismo, porque ni estaba ni se le esperaba.

“El capitalismo es la única herramienta que tenemos para acabar con el hambre y la pobreza en el planeta. La doxa [opinión, en griego] de la izquierda es atacar al capitalismo por ser, según ellos, injusto. Dicen que es malo porque es individualista y bregan por la justicia social. Pero ese concepto que en el mundo se ha puesto de moda, el de la justicia social, es una idea injusta, violenta, porque los impuestos se cobran de manera coactiva. Nadie paga impuestos voluntariamente. El Estado se financia a través de la coacción. Si una empresa genera buen producto le va a ir bien, si el Estado castiga al capitalista por tener éxito destruye sus incentivos, y la torta será más chica. El colectivismo ata al emprendedor de las manos”, prosiguió impertérrito el personaje.

Sin embargo, resulta que el estudio de OXFAM Intermon dice que: Para la mayoría de las personas en todo el mundo, el inicio de esta década ha sido tremendamente difícil. 4.800 millones de personas son más pobres hoy que en 2019. Para las personas más pobres (generalmente mujeres, personas racializadas y grupos excluidos de la sociedad), la vida cotidiana se ha vuelto aún más difícil. La desigualdad mundial, es decir, la brecha entre el Norte y el Sur global ha crecido por primera vez en 25 años. Los precios están superando a los salarios en todo el mundo: Cientos de miles de personas ven cómo cada mes sus salarios dan para menos y sus perspectivas de un futuro mejor se disipan. El colapso climático, impulsado por los súper ricos, está aumentando drásticamente la desigualdad global. El descontento social crece de forma exponencial. A los Gobiernos les resulta imposible mantener sus finanzas a flote ante el aumento de la deuda y la escalada de los precios de las importaciones de combustible, alimentos y medicinas. Los países de renta baja y de renta media-baja desembolsarán cerca de 500 millones de dólares diarios de aquí a 2029 en concepto de intereses y pagos de deuda, y tendrán que hacer drásticos recortes en el gasto para poder pagar a sus acreedores. Y, con frecuencia, estos recortes tienen un impacto especialmente perjudicial para las mujeres.

De forma consciente y deliberada he querido contraponer en una misma columna dos visones totalmente opuestas de la situación en la que vivimos; ahora cada cual es muy libre de tomar partido por la que considere más próxima a la realidad, pero que nadie olvide que, por aquí, hay muchos Milei emboscados, acechando su oportunidad.

 

Bernardo Fernández

Publicado en E notícies 25/01/2024.

 

20 de gener 2024

INCERTEZA PERMANENTE


 

El pleno del Congreso de los diputados, celebrado el pasado 10 de enero, fue, con toda probabilidad, el prólogo de lo que será esta legislatura. Pedro Sánchez y su equipo van a tener que sudar sangre cada vez que haya que sacar una votación adelante. 

En esta ocasión, fueron los podemitas los que hicieron morder el polvo a Yolanda Díaz y, por corresponsabilidad, a todo el Ejecutivo, por haber quedado fuera del Gobierno. Sin cuestionar la legitimidad de los grupos parlamentarios para intervenir en el proceso legislativo, ya sean decretos o leyes, parece bastante evidente que, en esta ocasión, Podemos se ha precipitado marcando perfil propio. Con toda seguridad, llegarán situaciones a lo largo de la legislatura, mucho más propicias, para que los de Ione Belarra se desmarquen de las políticas gubernamentales.

Pero quién tuvo su tarde de gloria fue Junts. Hacía días que las huestes de Puigdemont iban avisando que votarían en contra de los reales decretos ley que iba a presentar el Gobierno. En el último momento, después de hacer un discurso que apuntaba hacia el no, Junts decidió hacer la estatua y salvarle los muebles al Ejecutivo. Con un movimiento muy poco habitual en la práctica parlamentaria, los siete diputados “juntaires” no votaron, eso que en realidad fue una abstención permitida que saliera adelante el primer decreto por 172 a 171, un solo voto. Sin embargo, pese a que Junts mantuvo esta estrategia en las votaciones que hubo ese miércoles, el “no” de Podemos se sumó al del PP, Vox y UPN  para tumbar el segundo decreto —176 noes frente a 167 síes—, el que presentaba Yolanda Díaz, líder de Sumar y enemiga declarada de la formación de Ione Belarra,  que suponía un aumento del subsidio de desempleo, de 480 euros a 570 en los primeros seis meses y 540 euros los seis siguientes (y ser compatible con los primeros 150 días de trabajo).

A Junts la jugada les salió redonda porque lograron que el Gobierno doblara la rodilla y pusieron a ERC contra la pared. Otra cosa es el alcance real de los acuerdos. Según explicó después el ministro Félix Bolaños: “Lo único que se ha pactado entre el PSOE y Junts, de momento, es hacer una ley orgánica, que tendrá que ser pactada con todos los grupos de la mayoría para llegar a 176 votos y llevará meses de negociación, en la que se sustanciará la “delegación íntegra de las competencias y recursos en inmigración” a través de la vía que abre el artículo 150.2 de la Constitución. El 149 dice que la inmigración es competencia exclusiva de la Administración central”.

Más allá de la trascendencia real de los pactos entre Gobierno y los postconvergentes, queda claro que a ellos la gobernabilidad de España no les concierne. Según su portavoz Miriam Noguera, los siete diputados de la formación están en el Congreso “por Cataluña” (?). Aunque mi impresión personal es que, tras esa apariencia de duros, los de Junts irán dando cuartelillo al Gobierno de Sánchez, al menos hasta que la ley de amnistía sea efectiva en los tribunales; mientras tanto, intentarán recolocarse (el próximo movimiento puede ser el Ayuntamiento de Barcelona) en el panorama político catalán para dar la gran batalla a ERC en las próximas elecciones al Parlament. Y es que a los de Junts todo lo demás, de verdad, de verdad, les importa una higa.

En cualquier caso, es evidente el desgaste sufrido por el Ejecutivo. Hay que aprender de los errores. Y, para eso, hay que evitar que situaciones como las del pasado día 10 se repitan. En un solo pleno se concentraron demasiadas votaciones de alto voltaje, y ha quedado claro que eso fue una temeridad. Es cierto, no obstante, que, con el adelanto de las elecciones el Gobierno estuvo varios meses en funciones, sin poder aprobar nada. Había compromisos europeos, promesas pendientes, reformas y ayudas que decaían. Por eso, desde la Moncloa se decidió hacer un macro pleno y jugar muy fuerte. Pero el riego, como se ha visto, era muy elevado. Si salía mal, no iba a caer el Gobierno; ahora bien, quedaría seriamente tocado y esa no es la mejor forma de empezar una legislatura. Salió bastante bien ―fueron los podemitas los que dieron la nota, pero la reforma del subsidio se volverá a tramitar en breve―. Hay que esperar que en la cocina del Gobierno hayan aprendido la lección y no les queden ganas de repetir.

Ante una realidad parlamentaria semejante, parece lógico aminorar el ritmo legislativo. No obstante, eso choca, casi frontalmente, con la voluntad de transformación social que muestra este Ejecutivo. Para corroborar esta afirmación valga un dato: en menos de seis años de Gobierno progresista el salario mínimo ha subido casi 400 euros. En la etapa que estuvo Mariano Rajoy al frente del Ejecutivo permaneció, prácticamente, inamovible.

La impresión que ha quedado, tras el macro pleno, es que la mayoría que sostiene al Gobierno, la más transversal de la democracia, es también, de las más difíciles de gestionar. Además, se ha puesto de manifiesto que no hay un acuerdo de legislatura sólido para Sánchez. Y eso igual significa que este mandato puede durar lo que un caramelo en la puerta de un colegio o, por el contrario, agotar sus cuatro años reglamentarios, aunque sea con una incerteza permanente.

 

 

 

Bernardo Fernández

Publicado en E notícies 18/01/2024

14 de gener 2024

LAS 5 FASES DEL DUELO Y EL PP

La teoría de las 5 fases del duelo, de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross, es uno de los procesos psicológicos más reconocidos en todo el mundo. Esos cinco estadios son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación, y tienen lugar en mayor o menor grado siempre que sufrimos una pérdida.

En opinión de los expertos, la pérdida de cualquier objeto de apego provoca un duelo, si bien la intensidad y las características de éste pueden variar en gran medida en función del grado de vinculación emocional o de la propia naturaleza de la pérdida. Las pérdidas no siempre son físicas, sino que también pueden tener un carácter abstracto.

Pues bien, a poco que observemos la polarización y bloqueo político que existe en nuestro país, nos daremos cuenta que esa situación se debe, en gran parte, al estado de ira en que se halla instalado el Partido Popular. El 1 de junio de 2018, Pedro Sánchez ganaba la moción de censura que había interpuesto contra Mariano Rajoy. Ese giro en el guion político dejó tan descolocados a los líderes del PP que 5 años después aún siguen sin brújula y sin norte.

En un principio, negaron las evidencias y quisieron quitarle toda la legitimidad democrática a aquel hecho, pensando que aquello sería muy similar a una tormenta de verano. Sin embargo, cuando comprendieron que lo de Sánchez iba en serio montaron en cólera y entraron en la fase que en la teoría sobre el duelo, de la psicóloga Kübler-Ross, califica de ira y ahí siguen.

Hemos visto como, tras la investidura de Pedro Sánchez, Núñez Feijóo ha remodelado buena parte de su equipo para dar la batalla en esta legislatura que acaba de comenzar. La cuestión es que leer la lista de los nombres que van a ser la voz de los populares en el partido y en las instituciones no invita a la tranquilidad, más bien todo lo contrario: pone los pelos de punta.

Alberto Núñez Feijóo, “político de perfil moderado” —decían sus acólitos—, llegó al liderazgo del PP, en abril de 2022, con la promesa de “sacar la política española del enfrentamiento, de la hipérbole permanente” . Sin embargo, los hechos están desmintiendo las palabras, porque a la a la hora de renovar las caras más visibles del grupo parlamentario, ha situado al frente del mismo a auténticos hooligans de la política. Es el caso del nuevo portavoz, Miguel Tellado, un personaje para quién Pedro Sánchez “debería irse de este país en el maletero de un coche” . No obstante, Miguel Tellado no es el único perfil duro que ha nombrado el presidente popular en la remodelación orgánica , Feijóo se ha situado, también, como portavoces adjuntos a Cayetana Álvarez de Toledo, a Rafael Hernando y al exdiputado de UPN Sergio Sayas, individuos que se identifican sin complejos con el ala más dura del PP. Por si alguien tenía alguna duda, que los diputados de ese perfil sean el núcleo duro del PP en el Congreso, da una idea bastante ajustada de cómo puede ser   de tensa y bronca esta legislatura que no ha hecho más que empezar.

Sé que en estos momentos voy contracorriente, pero, en mi opinión, sería un gran acierto político y, sobre todo, un beneficio para la ciudadanía que el PP se despojase de viejos perjuicios y aceptase con naturalidad las nuevas realidades que nos han tocado vivir. Que gobierne la izquierda no es una anomalía como piensan los reaccionarios. Lo que es una anomalía es que dos partidos que, atesoran dos de cada tres votos emitidos, sean incapaces de sentarse a negociar por el interés de los ciudadanos que representan. Cuestiones como, por ejemplo, la inaplazable renovación del Consejo General del poder Judicial, una Ley de Educación, un Plan de Vivienda, la reforma del Senado o la renovación del sistema de financiación autonómico son asuntos, de la suficiente enjundia, como para que los dos grandes partidos dejen de mirarse de reojo y se sienten a dialogar con la voluntad de llegar a acuerdos estables y duraderos.

Porque mientras eso no ocurre, las minorías, con escasa representatividad social y parlamentaria, son las que marcarán el paso de la legislatura y el ritmo de las iniciativas políticas. En el pleno del Congreso de esta semana ya se ha podido constatar la poca confiabilidad de algunos socios de investidura.

Según la teoría de las 5 fases a la que me refirió al principio, el fin de la negación (primera fase) va asociado a sentimientos de frustración y de impotencia con respecto a la propia capacidad de modificar las consecuencias de la pérdida. Dicha frustración conlleva, a su vez, la aparición del enfado y de la ira. En esa etapa de ira la persona (léase aquí organización política) busca atribuir la culpa de la pérdida a algún factor, normalmente externo. Sería en alivio para todos y un gran avance para la convivencia que los populares superan esa fase sicológica en que están atrapados, salieran de su empecinamiento y entraran en el ámbito de la negociación. Es decir, dialogar, negociar y pactar. El día que eso suceda todos saldremos ganando y la política, en nuestro país, habrá entrado en una etapa de normalidad.

Y esa, sin duda, sería una gran noticia.

 

 

Bernardo Fernández

Publicado en E notícies 11/01/2024

 

DEL SOCIALISMO A LA SOCIALDEMOCRACIA

En el siglo XIX, la socialdemocracia fue una tendencia revolucionaria difícil de diferenciar del comunismo. Pretendía acabar con la división...