28 de març 2023

LAS PENSIONES PÚBLICAS Y LA CUADRATURA DEL CÍRCULO


 

Desde la década de los 90, las entidades financieras y sus empresas afines nos han estado advirtiendo, de forma reiterada, de la inviabilidad del sistema público de pensiones. Resulta que, uno de los mayores avances de la humanidad: el aumento de la esperanza de vida de la población, que en poco más de un siglo se ha doblado, para el neoliberalismo es una desgracia. Según nos han ido diciendo, el envejecimiento de la población comportará la quiebra de la Seguridad Social. Por eso, han sugerido la conveniencia de contratar un plan de pensiones privado, para no llegar a la jubilación y encontrarse sin cobertura económica. Esos agoreros no tenían en cuenta que, para una familia que se las ve y las desea para llegar a fin de mes, pensar en otra cosa que no sea el ir tirando es una entelequia.

Solo nos faltó que el PP llegara al poder. No se anduvieron por las ramas y aprobaron la ley reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, con la que se cambió el cálculo de las revalorizaciones de las pensiones. Dicho y hecho. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social, liderado por Fátima Báñez aplicó la reforma, introdujo el factor de sostenibilidad y el índice de revalorización. A partir de entonces, las pensiones crecerían un 0,25%.

Además, de manera más o menos sibilina, se empezó a filtrar la idea de que la solución para nuestro sistema de pensiones era aplicar el modelo conocido como de “mochila austriaca”. 

Esa “mochila austriaca” es, en esencia, un fondo de capitalización individual que se nutre de las aportaciones de los empresarios de una parte del salario bruto de cada trabajador. Ese dinero, que lleva el nombre y apellidos de cada persona, se invierte y es gestionado por una entidad financiera. Si llega el despido de ese obrero, no recibe indemnización sino que se lleva consigo el dinero de esa "mochila" y puede hacerlo efectivo o reservarlo para el futuro como complemento de su pensión. Es decir, con ese método se rompen los dos grandes ejes vertebradores de nuestro sistema que son el sistema de reparto y el principio de solidaridad intergeneracional.

Estábamos entonando el réquiem por el fin de unas pensiones públicas decentes, cuando la izquierda alcanzó el poder y se puso de manifiesto que las cosas se pueden (y deben) hacer de otra manera.

Uno de los temas estrella comprometidos por el Gobierno de coalición fue la reforma del sistema público de pensione para hacerlo viable. Y a eso se puso el ministro José Luís Escrivá. No ha sido fácil. Escrivá se ha movido en un auténtico campo de minas. En el primer año de legislatura, con la ley sobre pensiones del PP todavía en vigor, “dio” una “paguilla” en el mes de febrero, para paliar la pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas. Al año siguiente las pensiones crecieron conforme al IPC, 3,5%, y este año, con la nueva ley en funcionamiento, las pensiones se han revalorizado un 8,5% tal como señala un IPC desbocado por la inflación.

Pero Escrivá aún tenía que remachar el clavo y sacar adelante la segunda parte del plan –la más delicada y compleja— que no es otra que establecer una modalidad que, manteniendo los ejes básicos de nuestro sistema, fuese sostenible.  Y el ministro ha logrado lo que para algunos puede ser la cuadratura del círculo, pero que en realidad es aplicar aquel principio según el cual, “cuando una cosa es justa se ha de hacer, cueste lo que cueste”.

Una de las cuestiones que el Gobierno se había marcado como “irrenunciable” era el mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas. Por eso, Escrivá ha optado por la subida de las cotizaciones sociales, en lugar de otras medidas como podía ser retrasar la edad de jubilación a los 70 años, la reducción de las pensiones futuras o el alargamiento a 30 años del cómputo para calcular el importe de la pensión en lugar de los 25 actuales. A partir de ahora, para el cómputo de la pensión coexistirán dos sistemas durante 20 años. Se mantendrá el cálculo actual de 25 años y se incorpora uno nuevo, de 29 años, de los que se podrán excluir los dos peores ejercicios. Cada pensionista percibirá su prestación calculada con la opción más ventajosa para él. Esta medida no es neutra, sino que supone un coste para el sistema, pero que los trabajadores que hayan tenido recorridos más irregulares puedan tener una mejor pensión.

Para mejorar los ingresos del sistema, el Gobierno plantea una “cuota de solidaridad” que deberán pagar los salarios superiores como complemento a la base máxima de cotización. El aumento de los ingresos facilitará, asimismo, subir la cuantía de las pensiones mínimas.

Esa reforma legislativa ha recibido el plácet de los expertos de la CE y ha supuesto el desbloqueo inmediato de 10.000 millones de euros de los fondos de inversión Next Generation. Y mientras, los órganos directivos de CC.OO y UGT se congratulaban por la dimensión histórica de la iniciativa. Sin embargo, la patronal mostraba su “frontal oposición” a la reforma del sistema de pensiones por “regresiva” y “populista”.

Tampoco le han gustado las modificaciones a Núñez Feijoo, en su opinión “son una chapuza”. Él prefiere la de Emmanuel Macron, es decir, la reforma de las pensiones impuesta sin consenso que retrasa la jubilación y ha provocado un fuerte rechazo social en Francia.

¡Qué le vamos a hacer!  A menudo los intereses de las clases pudientes y los de las clases medias y populares no son coincidentes.        Pero no hay que preocuparse, con toda seguridad, los señores de la CEOE, Feijoo y sus colegas se estarán costeando un buen plan privado de pensiones. Algo que no se puede permitir gran parte de la ciudadanía. De ahí, la gran importancia de esta resolución legislativa.

 

 

Bernardo Fernández

Publicado en e notícies 27/03/2023

23 de març 2023

MÁS ALLÁ DE LOS PRESUPUESTOS


 

Después de cinco meses de negociaciones con dos o tres semanas de encuentros extenuantes, republicanos y socialistas alcanzaron un acuerdo y, por fin, el pasado 10 de marzo, el Parlament presentó los presupuestos del Govern de la Generalitat para 2023.

En cualquier otro lugar, con la política normalizada, ese acuerdo no había sido mucho más que un puro trámite, pero aquí tiene otra dimensión porque corrobora un cambio de tendencia y abre unas expectativas que, aunque con prudencia, invitan a la esperanza. Por consiguiente, hemos de darle la importancia que en realidad tiene que no es menor.

Estas cuentas, que son las más expansivas de la historia (41.025 millones de euros un 7,25% más que el ejercicio anterior), han salido adelante con los votos del PSC, ERC y Comuns. Pues bien, soy de la opinión que la buena política es la que sirve para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y si estos presupuestos se ejecutan en tiempo y forma (algo que no ocurre con la frecuencia que sería deseable), cumplir para empezar a revertir los recortes en las políticas sociales y dar un nuevo impulso a las infraestructuras que llevan demasiado tiempo al ralentí o directamente paralizadas por motivos diversos. Además, con esa aprobación se ha roto el “bloquismo” que venía vertebrando la política catalana desde hace más de una década y se abre la puerta a todo un abanico de posibilidades. No es menos cierto, no obstante, que tanto Salvador Illa, como Pere Aragonés y Jéssica Albiach, los tres artífices del pacto, se han esforzado en remarcar que el acuerdo es puntual y no tiene más connotaciones. Pero a nadie se le escapa que con 33 diputados dando soporte al Govern o se negocia y se llega a ententes o el Ejecutivo va perder una tras otra las votaciones en el parque de la Ciutadella, y eso equivale a tener que convocar elecciones más pronto que Tarde.

Más allá de las cuestiones técnicas, las negociaciones no han sido fáciles para nadie, pero han sido posibles gracias a la voluntad de las partes, en especial socialistas y republicanos. Tanto unos como otros han demostrado cintura; los primeros para mostrar como alternativa real de gobierno y los segundos para demostrar que, a pesar de la debilidad de su grupo parlamentario, tienen capacidad política para practicar la geometría variable y seguir instalados en el Palau de la Generalitat. 

Lo giros que da la política son curiosos: en mayo de 2021, Pere Aragonés era investido con los votos favorables además de ERC, con los de Junts y la CUP y los votos en contra de PSC, Comuns, PP, Vox y Ciutadans. Ahora, casi dos años después, PSC y Comuns votaron a favor de las cuentas de los republicanos y Junts y la CUP en contra, acompañados de PP, Vox y Ciutadans. El mundo al revés, pensarán algunos.

Parece que Pere Aragonés ha aprendido la lección que dejó escrita Michael Ignatieff (lí der del  Partido Liberal de Canadá  y de la Oposición de aquel país desde 2008 hasta 2011) cuando dijo que: “Ningún verdadero político puede permitirse hacer el lujo de enemigos eternos. Necesita convertir a los adversarios en aliados si quiere hacer el trabajo que exige la democracia”, el presidente ha terminado imponiendo su determinación a aquellos que la noche antes de que se firmase el acuerdo pedían no pactar con los socialistas.

Ahora, la pelota está en el tejado de Pere Aragonés. Tendrá que demostrar que es un político solvente y no un activista reconvertido. De momento, Aragonés evita ir a elecciones anticipadas y ERC llegará a las municipales, de mayo, con los deberes hechos la etiqueta de partido “responsable”. No parece un mal balance para comenzar una nueva etapa.

De todas maneras, Aragonés tiene diversas carpetas sobre la mesa que no puede orillar mucho tiempo más. Ahora mismo, la sequía es, probablemente, la cuestión más urgente que hay que afrontar. Es cierto que en ese ámbito el Govern está muy limitado, entre otras cosas porque arrastramos una falta de previsión alarmante, pero ya está haciendo tarde. Por eso, Salvador Illa le ha registrado que en el ejercicio anterior la Agencia Catalana de l'aigua (ACA) invirtió un escaso 21% de su capacidad total de inversión, y esa sí es una responsabilidad directa del Ejecutivo catalán. Pero démosle un margen de confianza.

En todo este asunto hay una cuestión clave: Hacía diez años que el PSC no participaba en la negociación de las cuentas de la Generalitat. Aunque claro, no siempre llueve a gusto de todos. Quizás, por eso, tras la aprobación de las cuentas el líder del grupo parlamentario de JxCat, Albert Batet decía: “En Madrid están muy contemos, y en Catalunya hay un independentismo que está triste”.

Desconozco si en Madrid se alegraron por el acuerdo o no. De todas maneras, parece lógico pensar que el diálogo, la negociación y el pacto siempre son preferibles a la bronca, el desacuerdo y la división, aquí, allí y acullá; entre otras cosas porque es más fácil avanzar desde la estabilidad que debatir en la incertidumbre y la tensión. La cuestión es que hiperventilados y talibanes no aprenden y siguen instalados en el peor cuanto mejor.   Y así les luce el pelo.

 

 

Bernardo Fernandez

Publicado en e notícies 20/03/2023

15 de març 2023

GOBIERNO ROTO, MAYORÍA EN RIESGO


 

La política española cada día que pasa está más emponzoñada. Para complicar un poco más la situación, solo ha faltado la votación en el Congreso sobre la admisión a trámite de la reforma de la Ley del “solo sí es sí”, donde una parte del Gobierno, la bancada del PSOE , PP, Ciudadanos y PNV han votado una cosa, y dos ministros de Podemos, los diputados de su grupo parlamentario y otros de la mayoría de la investidura, otra.  ciertamente, un panorama difícil de entender por amplios sectores de la ciudadanía. La incapacidad del Gobierno para resolver sus diferencias internas impulsan a muchos ciudadanos a rechazar la política ya sus actores. Mientras, la derecha se ha sentado a la puerta de su casa esperando ver el cadáver de su adversario pasar. “Nosotros a comer palomitas , dijo, con sorna, un diputado del PP, y todo esto cuando estamos a punto de iniciar un nuevo ciclo electoral.

Un parlamento es la representación por excelencia de los diversos sectores que conforman la sociedad y por definición, el templo de la palabra. Allí se va, o se debería ir, a confrontar ideas y plantear propuestas legislativas que puedan tener como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, da la sensación que para algunos de nuestros representantes, las leyes son como un bufet de canapés donde uno escoge según su gusto, y el Congreso de los Diputados un lugar donde, con lenguaje a veces casi patibulario, se porfía como en una taberna de los bajos fondos.

Con todo, ya pesar de esa situación de crispación, y las conjeturas que los profetas de la catástrofe hicieron de la poca consistencia del Gobierno de coalición, desde el minuto uno de la legislatura, han resultado fallidas; pocos ejecutivos pueden presentar una hoja de servicios tan completa en cuestiones de políticas sociales y ayudas a los menos favorecidos como este. Solo un dato: a instancias del Gobierno se han aprobado más de 200 iniciativas, la mayoría de ellas sobre cuestiones de alta sensibilidad social. Aunque también es cierto que los desencuentros entre los dos socios de la coalición han sido frecuentes a lo largo del mandato, pero con la ley del “ solo sí es sí” se han traspasado demasiadas líneas rojas.

Estamos ante la peor crisis a que se ha enfrentado esta coalición. La imagen que el 7 de marzo se transmitió, desde el Congreso de los diputados, con el Gobierno dividido, fue aciaga. Ione Belarra e Irene Montero solas, en el banco azul, encajaban los reproches al Ejecutivo del resto de grupos por haber sido incapaz de llegar a un acuerdo para reformar el buque insignia, en forma de ley, del Ministerio de Igualdad, la ley del “ solo sí es sí” .

Tras el deplorable espectáculo parlamentario y el cruce de críticas entre los dos sectores de la coalición, unos y otros se han esmerado para recomponer la situación y evitar cualquier posibilidad de ruptura. Según el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, “Queda Gobierno para rato” . Y Pedro Sánchez, tras la sesión de control, preguntado por los periodistas, en los pasillos del Congreso quiso dejar claro que la coalición no está en riesgo al decir que “todavía quedan muchísimas cosas para seguir trabajando”.

El actual Gobierno es el primero en España, desde que se recuperó la democracia que no es monocolor. Por eso, a nadie se le escapa que romper ahora la coalición sería tanto como aceptar que el experimento no ha funcionado y, por consiguiente, quedaría invalidada por mucho tiempo una nueva coalición para formar otro Ejecutivo. Ante esa evidencia, unos y otros se esfuerzan en acotar ese desencuentro como algo muy puntual. Nada se ha perdido todavía. No obstante, sería fundamental que en la tramitación parlamentaria de la reforma de la mencionada ley del solo sí es sí, socialistas y podemitas se reencontraran. De igual manera, hay que aprobar con diligencia la nueva ley de vivienda con el máximo consenso, tanto de los dos grupos del Ejecutivo como de la mayoría de la investidura para recuperar la imagen de la unidad de las fuerzas de progreso.

El 92% de la población europea vive en países con gobiernos de coalición. En esos países, la gente está bastante acostumbrada a las peleas entre socios de gabinete”, escribió e n un interesante artículo de Enric Juliana publicado en La Vanguardia (03/08/23), pero, resulta que aquí, aún no estamos acostumbrados a esos vaivenes políticos. Por lo tanto, y aunque desde el Ejecutivo nos dicen que no existe riego de ruptura y se va a agotar la legislatura, sería bueno que alguien se preocupase de saber cómo encajan los ciudadanos tanto ruido mediático y tanta tangana estéril, no vaya a ser que después de visto lo visto, la mayoría social que da soporte al Gobierno no está dispuesta a repetir la opción política en las próximas elecciones.

 

Bernardo Fernandez

Publicado en e notícies 13/03/2023

08 de març 2023

SEXO, DROGAS Y CORRUPCIÓN


 

Según parece la corrupción es algo consustancial al ser humano. Basta con echar un vistazo a los libros de historia para darse cuenta de que las corruptelas, dádivas y el envilecimiento han sido una constante a lo largo del tiempo.

Por otra parte, siempre se ha dicho que una de las diferencias fundamentales entre los sistemas autoritarios y las democracias es la libertad de prensa y/o expresión. Y es precisamente esa libertad la que nos permite conocer los desmanes de determinados dirigentes y sus adalides.

Sin embargo, ya pesar de que más pronto o más tarde, las cosas acaban saliendo a la luz, la corrupción política se ha convertido en una constante. Rara es la semana que los medios de comunicacion no airean una corruptela de mayor o menor calado.

Aún tenemos fresco en la memoria el affaire que saltó a los medios en el último tramo de 2022, cuando supimos que Qatar había sobornado a varios eurodiputados, comenzando por la vicepresidenta del Parlamento europeo, Eva Kaili, (actualmente en prisión) y siguiendo por asistentes parlamentarios, representantes de ONGs y sindicatos para blanquear la imagen de ese país en el mundo.

En España tenemos casos para aburrir: desde los ERE de Andalucía, un affaire que fue gestado desde la propia Junta, gobernada por el PSOE y que según los tribunales derivó de manera fraudulenta unos 600 millones de euros.

Por su parte, el PP lleva desde 2009 arrastrando el caso conocido como “La Gürtel” y las diversas piezas separadas que de ahí se derivan de esa macro causa. Además de otros asuntos como la Púnica que afecta a un buen puñado de municipios donde gobernaban los populares o la operación Lezo.

En Cataluña, ni nacionalistas ni independentistas están libres de culpa; aquí la cosa va desde el 3% de la etapa Pujol, la chapuza del contrabando de tabaco protagonizada por Jaume Ausàs siendo conseller y un sinfín de affaires más, hasta el caso de Laura Borrás del que en estos días se ha celebrado la vista oral en el TSJC y estamos a la espera de sentencia.

Pero, sin duda, el que se lleva la palma de la actualidad informativa, en estos días, es el caso Mediador. Un affaire encabezado por el ya exdiputado del PSOE, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, y el general de la Guardia Civil, retirado, Francisco Espinosa Navas. Fue el pasado 14 de febrero, cuando se supo que, un diputado canario con escasa relevancia parlamentaria, era uno de los cabecillas de  la trama corrupta del caso conocido como Mediador . A partir de ahí el goteo de noticias ha sido un continuo,

Según la resolución judicial, que se ha conocido en estos días, Fuentes Curbelo, al que los integrantes de la trama llamaron  Tito Berni se benefició con la instalación gratuita en su vivienda de paneles solares por sus gestiones con una empresa privada para que un industrial lograra un contrato de 90.000 euros. Las pesquisas también han encontrado el mecanismo supuestamente utilizado por el exdiputado socialista para blanquear parte de las mordidas recibidas con supuestas facturas falsas del club deportivo que presidía. Fuentes Curbelo fue forzado por la dirección del PSOE a  renunciar a su escaño, y acto seguido, perdió su condición de aforado. Tras pasar unas horas detenida la jueza le puso en libertad provisional después de que la Fiscalía Anticorrupción no pidiera su entrada en prisión. Está acusado de los delitos de cohecho, tráfico de influencias, falsedad documental, pertenencia a grupo organizado y blanqueo de capitales.

Parece que los trapicheos se concretaron en unas fiestas pagadas por los empresarios, en un hotel de Madrid, en las que había sexo y drogas. Aunque a Tito Berni le gustó que los empresarios fueran al Congreso de los diputados para pagar una especie de “peaje” y rendirle pleitesía.

La operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil ha permitido desmantelar esa supuesta trama de corrupción asentada en varias islas que se dedicaba desde finales de 2020, a cobrar comisiones a empresarios, principalmente del sector lácteo y ganadero, a cambio de evitar brechas sanitarias , agilizar y desbloquear expedientes de ayudas europeas o facilitarles la consecución de contratos. Aunque la trama era ambiciosa y no se cerraba a practicar cualquier tejemaneje por turbio que fuera con tal de sacar tajada de la movida.

Ante esta situación, la dirección del PSOE ha abierto una investigación interna y asegura que el escándalo no tiene ramificaciones delictivas, aunque no se puede descartar del todo que algún otro diputado haya podido participar en esas sesiones de noches con cenas largas y costosas como las que se detallan en el sumario de la investigacion. Además, el presidente de Canarias y secretario general del PSOE en las islas, Ángel Víctor Torres, ha anunciado que su formación se presentará como acusación popular en el caso Mediador

Ninguna organización, y los partidos políticos lo son, pueden garantizar que la corrupción no se incube en su seno. Es una obviedad que, mientras más afiliados tengan la entidad, esté más cerca del poder y de los centros de decisión, más posibilidades tendrán algunos de sus miembros para caer en corruptelas. La diferencia entre unos y otros estriba en la diligencia en que los órganos responsables del organismo actúen para remediar la situación tanto como sea posible y hacer recuperar el peso de la ley sobre los responsables de las trapacerías.

Quizás me equivoco, pero mucho me parece que este asunto no ha hecho más que empezar y que vamos a saber de ramificaciones inesperadas; ante esta situación, me parece que lo más razonable es terminar esta entrega con un continuar.

 

Bernardo Fernández

Publicado en e notícies 03/06/2023

01 de març 2023

PREPOTENTES SIN VERGÜENZA

 

Durante meses Gobierno y sindicatos se han esforzado para sentarse a la mesa a la patronal con el fin de negociar un pacto de rentas. Sin embargo, Antonio Garamendi, al frente de los empresarios ha ninguneado a las otras partes hasta dejar las conversaciones en vía muerta.   Ahora, a las puertas de un nuevo ciclo electoral ya nueve meses de unas elecciones generales, si es que no se adelantan, es literalmente imposible que se pacte nada, entre otras cosas, por la tendencia histórica de los patronos a apoyar a la derecha para que esta llegando al poder.

2022 se cerró con un 8,4% de inflación, mientras que los salarios regulados por convenio crecieron un 2,78%, por lo que la pérdida de poder adquisitivo por parte de la clase trabajadora es una evidencia. Ante esa situación, el Gobierno, en contra del criterio de Garamendi y la CEOE, ocurrió, con carácter retroactivo desde el 1 de enero, la subida del salario mínimo interprofesional un 8%, es decir, a 1080 euros, en catorce pagas. 

En principio, en una sociedad compleja como la nuestra y con una economía de libre mercado, es lógico que cada cual defienda sus intereses y eso no debería extrañar a nadie. Ahora bien, la cosa cambia de manera sustancial cuando algunos individuos se enrocan y niegan la realidad porque entonces sus posicionamientos acaban siendo un insulto a la inteligencia. 

En ese contexto, nadie debería rasgarse las vestiduras porque un personaje como el presidente de la CEOE se embalsa casi 400.000 euros anuales, ya que eso es casi una nimiedad en comparación con lo que cobran 221 banqueros de nuestro país que superan, de largo, el millones de euros anuales, actualizado recientemente la Autoridad Bancaria Europea. Son daños colaterales del sistema capitalista y ahí poco podemos hacer.

La cuestión es que la falta de sensibilidad social y sentido común de Garamendi y los suyos ha hecho que durante 2022 no se firmase un pacto de rentas que permitiera repartir las cargas de la crisis de manera equitativa y, como consecuencia, el costo de la inflación ha recaído en los trabajadores. Las estadísticas recogidas sobre beneficios empresariales  apuntan a un fuerte crecimiento de los mismos,  según han señalado servicios de estudios independientes como Funcas o el Banco de España. Así pues, mientras que los márgenes empresariales han contribuido a la escalada de la inflación, los salarios han tenido el papel contrario, o sea, un efecto moderador sobre la subida de precios. Si España ha conjurado  el riesgo de una espiral inflacionaria durante el pasado año, ha sido en parte por el comportamiento de los buenos salarios y el sacrificio de los trabajadores.

Las consecuencias son de alcance: la pérdida de poder adquisitivo afecta directamente a la renta disponible de los hogares y, por consiguiente, al consumo interno. Un consumo interno debilitado afectará, igualmente, al crecimiento económico, que se verá reducido. Por lo tanto, de no ponerse en marcha soluciones adecuadas, la situación corre el riesgo de cronificarse y provocar un efecto todavía más negativo en la desigualdad y en la pobreza de aquellos sectores con menores salarios. En un país donde el 12,7% de la población trabajadora está en riesgo de pobreza, según Eurostat, esta situación debe considerar inaceptable y hay que exigir medidas inmediatas.

El efecto inflacionario ha hecho que, entre enero y noviembre de 2022, se haya reducido casi un 26% el poder de compra de las familias más humildes con respecto a las más acomodadas. Los salarios, lejos de crecer, caen a niveles parecidos a los registrados durante los peores años de la crisis financiera de 2008. Y eso está convirtiendo la situación en insostenible.

Mención especial, por su más absoluta falta de sensibilidad social y sentido común hacia los más débiles, merecen los grandes bancos que han disminuido la calidad de sus servicios a la gente mayor y en la España vaciada, al reducir su red de oficinas en 1.360, y recortar 5.800 empleos el año pasado; sin haber planteado, de momento, alternativas eficaces.  Pero es que todo eso llega en un año histórico de resultados positivos para la banca, con  20.580 millones de beneficios .

Según el  economista   y especialista en  desigualdad económica y distribución de la renta , Thomas Piketty, “Estamos en una situación similar a la que llevó a la Revolución Francesa”.  No sé si el gurú francés ha estado muy acertado en esa observación. Desde luego, no seré yo quien le enmiende la plana. De todos modos, de lo que sí estoy convencido de que es un grave error seguir, de forma indefinida, alimentando al monstruo de la desigualdad y el descontento social porque más pronto que tarde se va a despertar y entonces las consecuencias serán irreparables.

No quiero terminar este escrito sin reconocer que el título que le puso a esta columna puede parecer un poco horrible. Pero es que, esos individuos que miran a los demás por encima del hombro y se creen que son los reyes del mambo porque tienen una cuenta corriente sana y van en coche con chófer me exasperan; aunque son, en realidad, unos pobres diablos sin dignidad ni vergüenza que nos están jorobando a todos con su prepotencia y falta de sensibilidad social. En cualquier caso, pido disculpas por si alguien se ha podido sentir aludido; siempre y cuando ese alguien no sean los tipos que me impulsan a escribir este articulo.  Porque como dice el poeta, “ entre esos tipos y yo hay algo personal”.

 

 

Bernardo Fernandez

Publicado en e notíces 27/02/2023

DEL SOCIALISMO A LA SOCIALDEMOCRACIA

En el siglo XIX, la socialdemocracia fue una tendencia revolucionaria difícil de diferenciar del comunismo. Pretendía acabar con la división...