24 de novembre 2022

UN PROBLEMA LLAMADO ISABEL


 

Después de darle muchas vueltas y hacerse de rogar, Alberto Núñez Feijóo abandonó su cómoda posición en la presidencia de la Xunta de Galicia y saltar a la política nacional. Poco podía imaginar el mandatario gallego que el ala trumpista de su partido iba a torpedear su hipotético camino a la Moncloa.

Feijóo fue escogido presidente del PP por aclamación, en el Congreso que los populares hicieron en Sevilla, el pasado mes de abril. Llegó precedido de fama de hombre moderado y dialogante. Para corroborar esta aureola, en su discurso de aceptación del cargo, tras desgranar una serie de cuestiones relevantes en las que se ofrecieron para hacer grandes pactos con el Gobierno, dijo: “Yo he aprendido a negociar, a acordar. Vamos a firmar acuerdos. Que nadie cuente conmigo para participar en este entretenimiento infantil en el que ha degenerado la política española”. Sin embargo, hemos podido comprobar en los 7 meses que lleva como presidente del PP, del dicho al hecho hay mucho trecho, como dice el conocido refrán. 

Está claro que a una gran mayoría de ciudadanos no les gusta el ruido en la política.   Van a las urnas a elegir a unas personas para que le solventen problemas, no para que los creen. Por eso, en los primeros meses de Feijóo líder de la oposición, las encuestas nos decían que el líder gallego iba como un tiro hacia la Moncloa. Sin embargo, el tiempo acostumbra a poner las cosas en su lugar y desde la vuelta del verano, los estudios demoscópicos indican que la burbuja Feijóo se está desinflando.

El problema para Núñez Feijóo es que se ha dejado arrastrar por la actitud beligerante y de confrontación permanente de Isabel Díaz Ayuso. Los buenos propósitos que anunciaron en Sevilla se han ido diluyendo. “No vengo a insultar a Pedro Sánchez, vengo a ganar a Pedro Sánchez”, dijo también en aquel cónclave. Pero la realidad es muy distinta, ha instalado su discurso en el Ayusismo más puro y eso no es positivo ni para el Partido Popular ni para Feijóo. Hace pocas semanas la lucha soterrada que mantiene a Núñez Feijóo y Ayuso se puso de manifiesto en toda su crudeza cuando se rompió la negociación con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial. En esa pugna, la presidenta de la Comunidad de Madrid salió victoriosa de la crisis al proyectarse como quien había hecho rectificar al líder del Partido Popular,

Ahora con el affaire de la sanidad madrileña y la actitud de Ayuso, no son pocos los responsables en gobiernos autonómicos del PP que temen que el malestar con la sanidad pública que se ha visualizado en Madrid, puede producir un efecto contagio en otros territorios donde gobierna la derecha. “Estamos viendo que en algunos municipios se está agitando mucho el tema de la sanidad y tememos que se utilice esa cuestión como arma electoral, cuando estamos en vísperas de las elecciones municipales y autonómicas”, señala un destacado dirigente popular que prefiere, de momento, permanecerá en el anonimato.

Por otra parte, no parece que Ayuso sienta sensibilidad especial con la emergencia climática, en un reciente pleno de la Asamblea de Madrid, la presidenta de la  Comunidad , Isabel Díaz Ayuso, espetó a la bancada de la izquierda que confunden "cambio y emergencia" clima para imponer nuevas formas de consumo que "empobrecen" a la sociedad y responde a una "gran estafa" que responde a 'lobbies'.

"Desde que la Tierra existe ha habido siempre cambio climático. No pueden seguir contra la evidencia científica únicamente porque siempre tienen detrás, en su cabeza", algo que "se llama comunismo", afirmó la presidenta durante la sesión de control ante la pregunta formulada por la portavoz adjunta de  Unidas Podemos , Alejandra Jacinto.

Con todo, lo más grave, en mi opinión, es que el Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha aprobado desde las elecciones de mayo de 2021 seis rebajas impositivas que supondrán que las arcas públicas autonómicas dejen de ingresar por esos conceptos más de 700 millones de euros cada año. La última fue la semana pasada, y consolidó a  Madrid como la autonomía que concentra la mitad de los recortes fiscales de las comunidades en plena crisis por la sanidad , según un informe de la Autoridad Fiscal (Airef). Aunque Ayuso y sus conmilitones defienden que eso redundará en un aumento de la recaudación, se da la paradoja de que su decisión llegó en medio de las  huelgas de médicos por la falta de recursos en la sanidad pública; a cualquier otro se le habría subido los colores a la cara, pero Ayuso ni se inmutó y echó la culpa a los comunistas.

Madrid, como el resto de España, frente a un contexto económico extremadamente complicado. Se superponen las crisis del coronavirus, los precios de la energía, inflación etc. El Ejecutivo madrileño prevé que la recaudación de sus impuestos caerá un 4% en 2023 . Pero, de forma simultánea, plantea  los Presupuestos con más gasto de su historia: 25.700 millones de euros .

Isabel Díaz Ayuso está aplicando una de las recetas clásicas del PP. Todo se confía a la  curva de Laffer —teoría denostada por la mayoría de expertos—, según la cual a menos impuestos, más recaudación, porque los ciudadanos tienen más dinero para gastar .

Desde hace tiempo pienso que Ayuso es al PP lo que Sarah Palin fue, hace unos años, al Partido Republicano de EE.UU. Ayuso forma parte del problema y no de la solución. Sus peroratas pueden tener predicamento en segmentos muy concretos de un electorado extremo, pero ineficaces para ganar elecciones en el conjunto de España; ahí la situación es muy compleja y es necesario un discurso mucho más elaborado, posibilista y, sobre todo, verosímil.

Bernardo Fernandez

Publicado en e notícies 21/11/2022

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