Desde hace demasiado tiempo,
la política de nuestro país está siendo afectada por una serie asuntos tóxicos
ajenos a la misma. Eso hace que la razón de ser de la acción pública: eliminar
problemas a los ciudadanos y hacerles la vida más fácil, sea relegada para
atender a cuestiones que, con frecuencia, nada o casi nada tienen que ver con
la inmensa mayoría de los mortales.
En los últimos meses estamos
asistiendo a un auténtico circo mediático impulsado casi siempre desde las
esferas de poder, que nos hacer estar más ocupados en saber si éste o aquel
político mintieron al decir que tenían un máster, habían hecho una tesis
doctoral o si algunos jueces se han pasado expresando sus opiniones en un chat
corporativo que en las cosas importantes de verdad.
Fue el caso de Cristina de
Cifuentes, expresidenta de la Comunidad de Madrid, igual que Carmen Montón, ahora
ya exministra. En el mismo ojo del huracán ha estado un tiempo Pablo Casado, hasta
que en opinión del fiscal del Tribunal Supremo no ha cometido irregularidad
alguna en la obtención de su máster y ha pedido el archivo de la causa. El caso
del presidente del Gobierno Pedro Sánchez es similar a los anteriores. Se le acusó
de irregularidades en su tesis doctoral y la ha acabado publicando en internet
para disipar dudas. Sin embargo, la oposición no se ha dado por satisfecha y
ahora le buscan las cosquillas con un libro publicado por Sánchez y que, según
dicen los de Albert Rivera contiene alguna irregularidad. Los del partido
naranja tras quedar descolocados y fuera de foco con la moción de censura han
hecho suyo aquel dicho de difama que algo queda.
Pero, según parece, con todo
eso no había suficiente guirigay y, casualidades de la vida, los medios
digitales el Diario.es y el Mon.cat. filtraron, justo el día antes de que se
cumpliera un año de la manifestación frente a la sede de Economía de la Rambla
de Cataluña, que había sido ocupada por la Guardia Civil siguiendo órdenes de
un juez, el contenido de unos correos electrónicos que una veintena de jueces
intercambiaron, dando sus opiniones sobre lo que sucedía en Cataluña en pleno
desafío independentista, ahora hace un año.
Como era fácil suponer, al
siempre moderado president de la Generalitat, Quim Torra, le faltó tiempo para
salir a manifestar que: “la poca confianza que pudiera quedar en la justicia
española se ha roto definitivamente”, o que: “no hay independencia judicial, ni
imparcialidad, ni integridad. En
consecuencia, las personas que están encausadas por los hechos de ahora hace un
año no tendrán un juicio justo limpio e imparcial”. Tras ese seudo alegato, el
president acabó pidiendo la excarcelación de todos ellos. Además de exigir la
dimisión del presidente del Consejo General del Poder Judicial. Ahí es nada.
Todo por el mismo precio.
En este contexto, las cuatro
principales asociaciones judiciales emitieron un comunicado en el que
consideran desproporcionada la reacción del president Torra. Y dejaron claro
que ninguno de los emisores o receptores de los e mails estaba involucrado en
modo alguno en el proceso judicial abierto por lo ocurrido en Cataluña ahora
hace un año.
Justo es reconocer que los
autores de los mensajes podían haber dicho lo mismo, ahorrándose alguna
expresión como: “régimen nazi” u otras lindezas en referencia a la situación
política que se vivía -y seguimos viviendo- en Cataluña.
De todos modos, más allá de lo
acertado o desacertado de los correos -eso cada cual lo valorará como mejor le
convenga-, ha de quedar claro que son opiniones privadas en “correos privados
que no comprometen al conjunto de la carrera judicial” como manifestaron las
asociaciones judiciales en su comunicado.
En cualquier caso, conviene no
olvidar que quien habla de que en España no hay justicia, que aquí no hay democracia,
que somos como Turquía y otras bagatelas por el estrilo, son los que son. Y
aunque la ofensa y la falta de respeto tienen difícil justificación, ya se sabe
que quien siembra vientos recoge tempestades. O como le dice la sartén al cazo,
quítate que me tiznas.
Bernardo Fernández
Publicado en e.notícies
24/09/18
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