15 de març 2021

¡¡ AYUSAZO!!


 

Los que siguen de cerca la política nacional sabían que la situación de Murcia podía estallar en cualquier momento. Quizás por eso, no extrañó demasiado que socialistas y Ciudadanos llegasen a un acuerdo para presentar una moción de censura en la Asamblea murciana.

De hecho, las elecciones autonómicas de 2109 las ganó el PSOE. Sin embargo, un pacto de las derechas permitió a PP y Cs formar gobierno con el apoyo externo de los cuatro diputados de VOX.  Lo que nadie había previsto es que Fernando López Miras, presidente del PP en la región y, también, presidente en la Comunidad, lanzara una OPA sobre los diputados de Ciudadanos. Según parece la propuesta de López fue tan sustanciosa que tres de los seis parlamentarios cambiaran de opinión y de bando, a cambio de un cargo en el Gobierno y tal vez alguna prebenda más que quizás nunca conozcamos. Ante esa situación, el fantasma del tamayazo, que en 2003 años sacudió los cimientos de la política madrileña para favorecer al PP, ha vuelto a sobrevolar los ambientes políticos.

Pocas veces, como ahora, se ha hecho tan evidente que un acuerdo entre partidos políticos puede ser papel mojado.  En 1998 se firmó el primer pacto anti transfuguismo que se renovó en los años 2000, 2006 y 2020; en ese tiempo lo han suscrito hasta 22 organizaciones, entre ellas PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, pero vemos que cuando conviene algunos se olvidan de lo que han firmado.

De todas formas, y con todo el respeto para la región de Murcia y los murcianos, este affaire no hubiera tenido mucha más trascendencia si no hubiera habido transfuguismo y la moción se hubiese sustanciado como está perfectamente pautado en la normativa parlamentaria. Pero un par de horas después de saltar la noticia a los medios, se descolgaba la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, anunciando el cese de la mitad de su Gobierno (los consejeros que pertenecían a Ciudadanos), disolvía la Asamblea madrileña y convocaba elecciones. En cuanto la izquierda tuvo conocimiento de las intenciones de Ayuso, reaccionó rápido y presentó dos mociones de censura, una Más Madrid y otra el PSOE.

Qué fue primero el huevo o la gallina debieron preguntarse los letrados de la Asamblea y, por eso, interpusieron un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) para que paralizara la convocatoria de elecciones. Sin embrago, el Tribunal, reunido de urgencia, emitió una resolución unánime desestimando las medidas cautelarísimas solicitadas por la Mesa de la Asamblea por lo que es válida la convocatoria electoral, y el 4 de mayo los madrileños serán llamados a las urnas.  

Es muy pronto para hacer conjeturas y habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos. Ahora bien, es fácil deducir que todos estos movimientos puedan desestabilizar la ya de por sí inestable situación política española.

Está por ver cómo encaja el golpe Ciudadanos, pero el futuro no parece nada halagüeño para la formación naranja. De momento ya ha empezado el trasvase de cargos de Cs al PP. Fran Hervías que fue secretario de organización con Albert Rivera ya ha anunciado que deja su acta de senador y se pasa a las filas de los populares y se espera que en los próximos días otros responsables políticos de Cs sigan los pasos de Hervías.

La estocada final le puede llegar a los de Arrimadas con las elecciones madrileñas, porque Ciudadanos tiene en la Comunidad más 600.000 votos que serán un bocado muy apetecible para el PP e, incluso, una parte para el PSOE y se hace difícil pensar que en la situación actual CS los pueda retener.

Además, a nivel de la política estatal, un Cs estable podría jugar, en un futuro más o menos inmediato, un papel bisagra fundamental. Todo depende de si ERC se empeña en poner al Gobierno de Sánchez las cosas más difíciles de lo que ya están, pero con Ciudadanos en caída libre quién sabe el rumbo y las decisiones que puede tomar la dirección de un partido en vías de extinción.  

A modo de justificación, Inés Arrimadas, en comparecencia ante la prensa, dijo que había llamado a Pablo Casado para asegurarle que lo de Murcia, bajo ningún concepto se repetiría en Madrid. Sin embargo, el líder de los populares hizo oídos sordos a la presidenta de Ciudadanos y dio total soporte al órdago de Ayuso. De esa manera, para bien o para mal, el tiempo lo dirá, Casado y Ayuso han unido su futuro político.

Si el PP resulta vencedor el 4 de mayo todo serán felicitaciones y parabienes, aunque el precio sea derechizar más, las ya de por sí políticas ultra liberales que se practican en la Comunidad madrileña para congratularse con VOX. Si por el contrario Ayuso, aunque gane, no puede mantener la presidencia de la Comunidad por falta de aliados, pierde, en el PP van a caer chuzos de punta y a Casado le van a llover palos de todas partes.

En la calle Génova hace tiempo que el malestar y la inquietud son evidentes. Entre el descalabro en julio pasado en las elecciones vascas, los cantos de Bárcenas, el intento de vender la sede central para ahuyentar los malos espíritus, el vía crucis judicial que está desangrando al partido y los resultados en las elecciones catalanas, el horno no está para bollos.

Solo les falta ahora jugar a la ruleta rusa. Con Arrimadas desaparecida en combate y Casado fagocitado por los suyos, ya veo a Santiago Abascal líder de la oposición.

Que Dios nos coja confesados.

 

Bernardo Fernández

Publicado en e notícies 15/03/2021

 

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