Las brillantes victorias del
PSOE, primero en las elecciones generales del 28 de abril y después, en las
europeas del 26 de mayo han hecho que el socialismo español se convierta en un referente
para buena parte de la alicaída socialdemocracia europea.
La combinación de resultados
de los distintos grupos políticos puede convertir al socialismo español, a poco
que se lo proponga Pedro Sánchez, en el catalizador de los grandes pactos y
acuerdos políticos de la UE.
Los comicios del 26 de mayo
acabaron con la gran coalición de hecho que formaban populares y socialistas y
que controlaba la Eurocámara. Por eso, no fue casualidad que pocos días después
de las elecciones se reunieran Emanuel Macron y el presidente en funciones del
Gobierno español para entre otras cosas explorar la posibilidad de un acuerdo
entre socialdemócratas y liberales con el fin de arrebatar la presidencia de la
Comisión Europea al Partido Popular. El multipartidismo también ha llegado a la
cocina política de Europa.
Tras unos años de irrelevancia
política en la esfera internacional, por la falta de ambición y desidia del
presidente Mariano Rajoy, Pedro Sánchez ha querido volver a la élite sin
complejos y sin tabús, por eso, se ha alineado con Francia.
Los problemas internos y la
imposibilidad de entenderse con Ángela Merkel han dejado a Emanuel Macron
bastante tocado. En esas circunstancias, el presidente del Gobierno francés necesita
reivindicarse, y para eso nada mejor que tejer complicidades para lograr una
gran alianza europea progresista. Ahí Pedro Sánchez puede jugar el papel de
gran gurú de los nuevos líderes europeos.
Será bueno para nuestro país
que nuestro Gobierno y el primer partido político estén en el núcleo duro de la
política europea. No obstante, donde Sánchez se la juega es en la política
interior. Los desafíos que tiene sobre la mesa son muchos y muy importantes. Por
eso, ya sea con un gobierno monocolor o de coalición necesita una mayoría
parlamentaria muy sólida para sacar adelante una serie de reformas en las que
está en juego nuestro futuro.
En mi opinión, a día de hoy,
el único partido de ámbito estatal que es capaz de entender la diversidad
cultural, lingüística y territorial de nuestro país es el partido socialista.
No olvidemos que la convivencia está en juego y eso es algo que sólo se podrá
afrontar desde la justicia social y la defensa de la igualdad desde la
diversidad.
Por consiguiente, urge
afrontar un paquete de reformas en el que se incluyan, la reforma territorial,
el mercado de trabajo, la educación, las pensiones, la transición energética,
la financiación autonómica y una reforma fiscal que sea justa y equitativa.
Con toda seguridad, cuatro
años no serán suficientes para culminar una remodelación de tanto calado. Sin
embargo, si el socialismo es capaz de elaborar una hoja de ruta sensata, veraz
y creíble, además, de ponerse manos a la obra, tendremos Pedro Sánchez para
rato en La Moncloa.
La derecha de las tres cabezas
bastante ocupada está en despedazarse, como para preocuparse de lo que verdad
importa a la ciudadanía.
Bernardo Fernández
Publicado en e notícies
04/06/19
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