26 de desembre 2013

GRACIAS MADIBA

Quizá tengan razón aquellos que opinen que este artículo llega tarde. Lo siento y si conviene, pediré disculpas por ello. No obstante, no he querido evitar la tentación de rendir mi modesto homenaje al que fuera icono y referente vital para gran parte de la humanidad, Nelson Mandela. El personaje bien que se lo merece.


Madiba (el abuelo), así lo conocían en su entorno, fue el símbolo de la capacidad de los pueblos para superar su pasado. Mandela estuvo 27 años encarcelado en el penal de la isla de Robben por un régimen racista. Fue el primer presidente negro de Sudáfrica, elegido democráticamente. Emancipó a su país casi sin violencia del Gobierno de la minoría blanca y se convirtió en su símbolo internacional de dignidad y tolerancia.

En 1993 recibió el Nobel de la Paz. Se retiró de la política tras un único mandato de cinco años, con un gran reconocimiento mundial.

Una de sus mayores virtudes fue la coherencia que siempre mantuvo entre lo que predicaba y lo que practicaba. Para Desmmond Tutu (arzobispo y Premio Nobel de la Paz 1984) la magnanimidad fue otra de sus grandes virtudes. A lo largo de toda su vida tuvo como prioridad fomentar la democracia en su país, superando, de esa forma, movimientos que apostaban por la violencia.

Mandela fue el líder que reconcilió un país que durante siglos, primero con el colonialismo y luego con el apartheid, discriminó a los no blancos. Precisamente aquel que fue condenado a cadena perpetua y que pasó entre rejas casi un tercio de su vida por luchar por la igualdad, pidió a su gente que fuera generosa con los que les discriminaban. Se ha ido el “padre de la nación”, dijo el Presidente Zuma al comunicar la noticia al pueblo. Se nos fue un profeta en su tierra y un santo laico del siglo XX.

Resulta imposible esbozar, en esta columna, aunque sea de forma somera, la figura de tan magnánimo personaje, pero con humildad, respeto y admiración quiero dar las gracias a Madiba por haber existido.

Tiempo tendremos para escribir y debatir sobre preguntas sin respuesta, naciones sin Estado, pensiones, tarifas eléctricas y otras bagatelas. Pero hoy es Navidad, y quiero aprovechar la ocasión que me brinda esta magnífica ventana que es ABC, para desearles, amables lectores, Felices Fiestas.

Que Madiba descanse en paz y ustedes sean razonablemente felices.



Bernardo Fernández

Publicado en ABC 25/12/13

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