11 de març 2011

ALCALDABLES


A menudo la ciudadanía opina que todos los políticos son iguales. Nada más lejos de la realidad. Basta con trazar un paralelismo entre Jordi Hereu, actual Alcalde de Barcelona y aspirante a renovar el cargo el próximo mes de mayo y Xavier Trias, candidato de CiU para ese puesto; enseguida nos daremos cuenta de cuan diferentes son el uno del otro y cuan diferentes son los modelos de ciudad que uno y otro propugnan.
Para comenzar hay que decir que Jordi Hereu es el alcalde de la etapa democrática que más ha cumplido el programa electoral con el que se presentó a las urnas, más: del 90 por ciento. Pero es que además ha tenido la habilidad de convertir, lo que algunos auguraban como su entierro político, –las primarias del PSC celebradas hace pocos días- en una oportunidad de éxito. Ha demostrado ser un político con cuajo, capaz de sobreponerse a la adversidad, por eso ha contactado a la perfección con las bases socialistas de Barcelona. Asimismo, ha hecho gala de un profundo conocimiento de la ciudad y su problemática. Y lo que es más importante, ha explicado cuales son las terapias a aplicar para restablecer al enfermo.
Por el contrario Xavier Trias demostró una gran irresponsabilidad al amedrantar primero y soliviantar después a los barceloneses con el tema del AVE y la Sagrada Familia, siendo incapaz, más tarde, de aceptar su error y pedir disculpas. De igual manera ahora, cuando se acaba de publicar un estudio de El Institut d’Estudis Regionals i Metropolitans de Barcelona según el cual la estación de La Sagrera supondrá una transformación urbana que, en quince años, generará más de 48.000 y 37.000 nuevas residencias, el candidato de CiU sigue si decir esta boca es mía. Los ciudadanos esperamos que nos diga por qué quería la estación del AVE fuera de la ciudad y Sant Cugat era su opción. Tampoco sabemos cuál es su criterio sobre temas tan sensibles para la ciudad como el recorte a línea 9 de metro, el recorte en la dotación de mossos o los ajustes en cultura y educación. Ni ha dicho nada de la pretendida congelación del gobierno de Artur Mas a los proyectos del Museo Nacional de Ciencias Naturales o el Centro de Arte Moderno del Canódromo Meridiana. Con esta actitud queda demostrado que Trias es, cuando menos, un político pusilánime supeditado al dictado de un gobierno que está haciendo de los recortes una bandera y ve en Barcelona más un peligro que una oportunidad
CiU no ha tenido nunca un proyecto para Barcelona. Trias tampoco lo tiene. Tan sólo esperan la caída de los socialistas como consecuencia del malestar originado por la crisis económica. En estas circunstancias, de los ciudadanos depende que eso no suceda. Sería muy triste para Barcelona y no tardaríamos en lamentarlo.

Bernardo Fernández
Publicado en ABC 02/03/11

LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE

Estos días se cumplen 93 años de la proclamación de la Segunda República española. Aquel hecho histórico fue posible porque se dieron una se...