11 de juny 2009

GIRO A LA DERECHA


Según dijo el poeta “nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Está afirmación se hace más verdad que nunca las noches de los comicios electorales. Sería gracioso sino fuera porque acaba siendo grotesco escuchar a los líderes de las diferentes fuerzas políticas adjudicarse la victoria de las elecciones recién realizadas, sean cuales sean los guarismos que han dado las urnas.

La noche del pasado domingo, 7 de junio, día en el que se celebraron elecciones al Parlamento Europeo no fue una excepción. Todos estaban satisfechos, todos habían logrado sus objetivos, pero la verdad es tozuda y lo cierto es que estos comicios los ha ganado la derecha y los euroescépticos y lo demás son milongas arrabaleras.

La Eurocámara tendrá en esta nueva legislatura una mayor concentración de poder en el PPE (Partido Popular Europeo) y los partidos que más rechazan la unidad de Europa dispondrán de más recursos y más escaños para defender sus tesis. Es decir para dinamitar la Unión desde sus entrañas. Paradojas de la política.

Con mayor o menor intensidad la izquierda ha retrocedido en todos los frentes, por lo tanto se hace necesaria una revisión urgente y profunda de los postulados progresistas. De no hacerlo Europa se verá abocada a un dominio conservador sin alternativa a corto y medio plazo. La primera consecuencia de esta nueva situación es el riesgo que corre el Tratado de Lisboa. Los conservadores británicos, claros vencedores en Gran Bretaña, ya dijeron durante la campaña que propondrían someter a referéndum el tratado. Si David Cameron, líder de los toris británicos, sigue adelante con su propuesta es muy probable que ésta sea el punto final de ese tratado.

Cierto que la participación ha sido muy escasa, pero eso en nada deslegitima el resultado. En cualquier caso deberían ser las clases dirigentes de la sociedad, -no sólo los políticos- los que se preguntaran el por qué de tanto abstencionismo y se afanaran en poner remedio. Desde las primeras elecciones al Parlamento Europeo, celebradas en 1979, hasta el pasado domingo el mencionado abstencionismo ha sido la constante ascendente en la historia de estos comicios.

Si hacemos la lectura en clave interna no podremos dejar escapar una realidad incontestable y es que Rodríguez Zapatero está siendo avisado. Hace poco más de tres meses fue Galicia, ahora Europa. Es evidente que algo no funciona y no llevamos ni un año y medio de legislatura. Ahora bien, de eso a pedir mociones de confianza o amenazar con mociones de censura media un abismo. Cada proceso electoral tiene sus ritmos y cadencias, que nadie se confunda. No obstante, de seguir así hasta 2012 esto más que una legislatura sería un vía crucis y para crispación con la del mandato anterior ya tuvimos bastante.

Bernardo Fernández
Publicado en: ABC 09/06/09

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