08 de setembre 2022

UNIVERSO REVUELTO


 

En Cataluña tenemos la costumbre de iniciar el curso político el 11 de septiembre: Diada Nacional de Cataluña. Este año, sin embargo, antes de esa fecha ya hemos tenido algún que otro anticipo de lo que ha de venir. Parece que el universo independentista anda revuelto y los más hiperventilados han vuelto de las vacaciones con ganas de marcha.

Quizás por eso, desde la dirección de JxCat no han esperado ni que llegase septiembre, los últimos días de agosto los post postconvergentes lanzaron un ultimátum a sus socios de Govern, ERC, instando al president Aragonés para que en tres semanas diseñe una nueva hoja de ruta que lleve a la independencia o… romperán la coalición, anunciaron (?).

Fue Jordi Turull, secretario general de Junts, el que abrió la caja de los truenos, en su primera comparecencia ante los medios en este nuevo curso político, dijo: “así no podemos seguir. Los acuerdos con ERC en el ámbito sectorial avanzan bien, pero los pactos del eje nacional no funcionan y eso nos aleja, más que nos acerca, de la independencia”.

En Junts no han digerido que los delegados en la mesa de diálogo con el Gobierno han de ser miembros de uno y otro Ejecutivo. Tampoco están conformes ni con las materias que allí se debaten ni con el trato que se les da. Lamentan la falta de unidad de JxCat y ERC en el Congreso de Diputados y en opinión de Turull, “no existe el espacio de estrategia del independentismo que debería prepara el plan B si no funciona la vía de negociación”; de todas formas, el secretario general de Junts quiso cerrar su presencia ante los medios en tono conciliador y dijo: “démonos una oportunidad para reconducir y concentremos los esfuerzos para revertir la situación”, pero el órdago ya estaba sobre la mesa. Luego, a lo largo de la semana, se ha dedicado a hacer un tour por los medios de comunicación afines para cargar contra los republicanos.

También desde Junts pidieron a la mesa del Parlament que reconsidere el cese de Laura Borrás como diputada de la Cámara. Por eso, la presidenta en funciones, Alba Vergés, reunió a ese órgano de dirección del Parlament de Cataluña y, como no podía ser de otra manera, se ratificó en su decisión. La Mesa ha rechazó la admisión a trámite de la petición de reconsideración presentada por Junts. Los dos miembros de ERC, los otros dos del PSC y el representante de la CUP impusieron su criterio sobre el de Aurora Madaula, la única diputada de Junts en el órgano rector de la Cámara tras la suspensión de los derechos y las obligaciones de Borràs decidida en julio, después de la apertura de juicio oral por presuntos delitos relacionados con la corrupción.

Y claro, todo esto es más combustible para la guerra indisimulada, en la que desde el minuto uno de esta legislatura andan enzarzados Junts y ERC.

Por si no teníamos bastante, se ha hecho público un dictamen de El Comité de Derechos Humanos de la ONU, según el cual España violó los derechos políticos de algunos de los líderes independentistas. El mencionado informe critica la falta de claridad en las medidas tomadas contra los líderes del procés antes de la sentencia.

Como no podía ser de otra manera, el secesionismo se ha venido arriba y menos bonito al Estado español y a su justicia le han dicho de todo. No obstante, quisiera hacer aquí dos puntualizaciones sobre el particular que me parecen de suma importancia: La primera es que, sin entrar en el galimatías jurídico que suponen este tipo de cuestiones, el juez, Pablo Llarena, actuó conforme a Derecho, valiéndose de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que está vigente en nuestro país, y la segunda es que, según informa el diario digital El Confidencial, el Govern ha dado a La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas per los Derechos Humanos (OACNUDH), 200.000 euros, que se suman a los 290.000 de 2021 y los 350.000 de 2020, entre otras asignaciones. Es decir, el organismo que ha emitido ese informe ha recibido más de un millón de euros en "aportaciones voluntarias" del Govern de las Generalitat durante los últimos años. Solo desde 2019, la Generalitat inyectó en esa oficina un total de 990.000 euros de manera gratuita. Hay que contrastar esta información, pero de ser cierta, la credibilidad que merecería el dictamen sería ínfima.

Pero, por si el ambiente no estaba suficientemente caldeado, solo ha faltado el anuncio del president Pere Aragonés diciendo que no iría a la manifestación que el 11 de setembre convoca la ANC. En contra partida, los dirigentes de JxCat ya han dicho que asistirán todos. Como no podía ser de otra manera al president le han llovido las críticas y los insultos. Su argumento para no asistir a la marcha es porque entiende que es una convocatoria contra los partidos (hay que suponer que independentistas) y no contra el Estado. (SIC), y eso lo dice el que se supone que es el máximo representante del Estado en Cataluña.

Ahí se ventila otra batalla entre JxCat y ERC. O sea, entre los que asisten a una manifestación para reivindicar las esencia patrias y los que no.

Lo triste de la situación es que todo esto sucede cuando tenemos una guerra en el patio trasero de Europa, Rusia acaba de suspender el suministro de gas a toda la UE, el precio de las energías está por las nubes, la inflación anda disparada por encima de los dos dígitos, la recesión se asoma detrás de la puerta y un largo etcétera de contrariedades e incertezas se ciernen sobre nosotros. Pues bien, mientras, nuestros dirigentes políticos se dedican a tirarse los platos a la cabeza por ver quién es más independentista entre los independentistas.

Llámenme tiquismiquis si quieren, pero, con la que está cayendo, que las personas que dirigen nuestro país se dediquen a discutir sobre martingalas invertidas o el sexo de los ángeles, me parece más propio una panda de irresponsables que de unos líderes políticos.

 

 

Bernardo Fernández

Publicado en e notícies 05/09/2022

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