Si hiciéramos una relación con
los errores que se han cometido en la política catalana en los últimos tiempos
el listado sería largo. De todos ellos, podríamos atribuir al PSC unos cuantos.
Ahora bien. Lo que no se le puede negar
a los socialistas catalanes es su capacidad para insistir, sin desfallecer, en dialogar
y, a ser posible, pactar.
Fruto de esa perseverancia fue
la convocatoria, por parte del president Quim Torra, de la Mesa para el Diálogo
el pasado fin de semana. Esa iniciativa socialista, dicho sea de paso, es tan
loable como inservible porque sentarse a la mesa con alguien que, a la primera
de cambio, ya dice que su objetivo es negociar el derecho a la
autodeterminación y bla, bla, bla, es como esperar que “llueva café en el
campo” como cantaba Juan Luís Guerra a principios de los años 90.
El caso es que los socialistas
han hecho bien, primero en insistir para que se convocara la reunión y después
en asistir con los deberes hechos. Miquel Iceta puso sobre la mesa una reforma
federal de la Constitución, un nuevo Estatuto y modelo de financiación, que
ahora se denomina: “la hacienda federal”. Además de que Cataluña sea reconocida
como nación (Igual ese reconocimiento es la solución a todos los problemas,
vayan ustedes a saber).
Por su parte los comunes, tras
constatar el fracaso de la unilateralidad propusieron un “pacto de claridad”
que viene a ser un corta y pega de la ley hecha en Canadá para encauzar las
demandas independentistas.
Y poco más dio de si la
reunión. Los secesionistas empeñados en lo suyo que es lo de siempre y el PP,
Ciudadanos y La Cup que no asistieron por motivos distintos, pero al final convergentes.
La verdad es que se está mejor y más a gusto de fin de semana en la casita de
la montaña, haciendo alguna escapada o yendo a Andalucía a echar una mano a los
compañeros que allí están de campaña electoral que encerrado en un salón de la
Generalitat escuchando monsergas. Y es
que algunos han olvidado que eso también forma parte de la política y va con el
sueldo.
Inés Arrimadas intentó
justificar su ausencia con el argumento de que con esas reuniones se hurta el
debate en el parlamento. Falso. Esos encuentros no deberían ser inconveniente para
que en el Parlament se hagan tantos plenos y debates como se tengan que hacer.
Lo uno no quita lo otro.
De todos modos, la verdad es
que el país está paralizado. Funciona por su propia inercia. Lejos quedan
aquellos tiempos en que venían de todas partes a ver como se inventaba aquí y
Cataluña era un referente.
Hoy la realidad es bien distinta.
Las agencias de turismo sugieren a sus clientes que eviten acercarse a nosotros
por la situación política. Las listas de espera en la sanidad ya son las más
largas de todas las comunidades autónomas y tenemos el triste récord de tener
más niños que nadie estudiando en barracones. A todo esto, hay que añadir que, hasta
30 entes u organismos públicos, como el Consejo de Garantías Estatutarias, el
Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC) o el consejo social de diferentes
universidades están pendientes de renovación, en algunos casos de todos sus
miembros.
Además, más de 3.000 empresas
ya han trasladado su sede social de Cataluña a otros lugares con mayor
seguridad jurídica y tranquilidad social. Algunas también la sede fiscal y de
perseverar esta situación que nadie dude que se llevarán los centros de
producción que, por cierto, es lo que sucedió en Quebec. No olvidemos que el
capital no tiene patria.
La razón de ser de esta
parálisis tiene sus raíces en el proceso independentista que venimos soportando
desde hace seis años.
Por todo ello, y aunque la
reunión de la Mesa por el diálogo fuera inútil, tan irresponsable es continuar
con el mantra independentista de siempre, como no sentarse a dialogar siempre
que se pueda, aunque se intuya que el esfuerzo será estéril.
En esta situación, adquiere
plena vigencia aquel argumento de Antonio Machado dirigiéndose a los jóvenes en
una conferencia pronunciada en el Ateneo de Madrid, a principios de los años
30, cuando les dijo: “haced política, porque si no hacéis política la harán
otros y lo más probable es que la hagan en contra de vosotros”. Como siempre, inmenso
Don Antonio.
Bernardo Fernández
Publicado en e noticies
19/11/18
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