El pasado 24 de julio se cumplieron
seis años y un día desde que los Mossos d’Esquadra registraron el Palau de la
Música en busca de pruebas que corroboraran las trapacerías de Félix Millet y
su lacayo Jordi Montull. El juez, responsable de investigar el expolio de la institución musical, dio ese día por
finalizada la instrucción. En consecuencia, ahora le corresponde a la Audiencia
de Barcelona fijar día y hora para que
se celebre el juicio.
En el banquillo, además de Millet y
Montull, saqueadores confesos, se sentarán 16 personas más. Entre ellos estará
Daniel Osacar ex tesorero de Convergencia. Jaume Camps, ex diputado
convergente, se ha caído de la lista al
considerar la Audiencia de Barcelona que el delito por el que se le acusaba
-tráfico de influencias- ha prescrito.
En la investigación se considera
probado que la constructora Ferrovial pagó
6,6 millones de euros a los nacionalistas a cambio de adjudicación de
obra pública. De ahí que Convergencia tenga 15 sedes embargadas como “garantía”
para que el partido devuelva, en caso de condena, los 6,6 millones. Se desconoce si los
convergentes tienen previsto utilizar el mismo sistema de financiación para
lograr el Estado propio.
De todos modos, quien habrá respirado
tranquilo, al conocer la decisión judicial de poner punto final a la
instrucción, habrá sido el tesorero del Palau. Durante todo el tiempo que la
causa ha estado abierta y puesto que la Institución ha ejercido como acusación
particular, ha tenido que asumir los gastos que el proceso ha generado. “Y eso,
ocasiona una considerable distorsión en las cuentas“, como explica el director
general Joan Oller.
En concreto, en 2014, fueron 309.000
euros los que salieron de las arcas del Palau para gestionar el caso, y desde
2009, la Institución lleva pagados 4,1 millones de euros, entre auditorías y
abogados. Además se da la circunstancia de que se han tenido que devolver al
Ministerio de Hacienda 1,4 millones por subvenciones percibidas para supuestas obras a realizar en el Palau,
cuando en realidad se dedicaron a trabajos de mejora en la vivienda de Millet.
Visto lo visto, es evidente que la
buena gente de la Institución Palau de la Música, además de ser cornudos han
sido apaleados. Por eso, como dice un amigo mío, “juicios tengas y los ganes“.
Bernardo Fernández
Publicado en ABC 12/08/15
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