26 de juliol 2015

QUEREMOS SABER

Después de muchos meses de marear la perdiz, de infinidad de dimes, diretes y especulaciones a granel, Artur Mas ha logrado su objetivo para las próximas elecciones autonómicas: concurrir con una lista en la que coincidirán él mismo, el líder de la oposición y los representantes de las entidades soberanistas que controlan la calle, todos ellos encabezados por Raúl Romeva,  exmilitante ecosocialista. De esa manera, oculta las siglas de CDC, esconde la corrupción que les acecha y pasa de puntillas sobre su más que deficiente gestión al frente del gobierno. En estos días el tema se ha comentado y escrito hasta la saciedad, no seré yo quien insista. Tan solo dar la enhorabuena al president por haberse salido con la suya.
No obstante, Mas, los que le rodean y el independentismo en general no puede ocultar el huevo de la verdad por más tiempo.  Ha llegado el momento de que nos expliquen, con claridad, que sucederá si la lista del president (cosa que dudo), gana las elecciones y se produce la “desconexión” del resto de España.
Los ciudadanos queremos saber cuántos diputados se necesitan para declarar la independencia (habida cuenta de que para modificar el Estatut se requieren 2/3 de la cámara catalana, esto es 90 diputados). Asimismo necesitamos saber de dónde saldrá el dinero para pagar las pensiones y hacer frente al sueldo de los funcionarios.  También   es necesario que nos digan cómo se ha previsto enjugar la deuda pública de la Generalitat que, a día de hoy, supera los 61.000 millones de euros.
Queremos saber  ¿qué sucedería con Cataluña fuera de la UE y sin el paraguas del BCE? ¿Cuál sería la actitud de las grandes empresas y de las grandes corporaciones financieras? ¿Qué prima de riesgo nos aplicarían los mercados? ¿Qué sucedería con el flujo comercial que mantenemos con España y los puestos de trabajo que ese flujo genera?  ¿Seguiría siendo el castellano lengua cooficial? 
Estos días, hemos visto el corralito griego. Allí, mal que bien, el BCE ha ido inyectando dinero, aunque con cuentagotas, a los bancos helenos, pero aquí ¿alguien pondría un céntimo si se produjera una situación similar a la griega?
Son muchas las preguntas que al no tener respuestas generan inquietud. Los ciudadanos queremos saber. Tenemos derecho a saber porque después no hay vuelta atrás; lo que está en juego es, sencillamente, nuestro futuro.

Bernardo Fernández

Publicado en ABC 22/07/15

DEL SOCIALISMO A LA SOCIALDEMOCRACIA

En el siglo XIX, la socialdemocracia fue una tendencia revolucionaria difícil de diferenciar del comunismo. Pretendía acabar con la división...