07 de maig 2009

TREINTA AÑOS DESPUÉS

Han pasado ya 30 años desde las primeras elecciones municipales celebradas en democracia. Recuerdo alguno de los muchos eslóganes utilizados, por ejemplo:”entra con nosotros en los ayuntamientos” y otro: “meteremos la pata, pero no meteremos la mano.” No cabe duda que la reinstauración democrática ha sido un éxito para nuestro país. Pero ésta etapa de éxito y progreso no se puede concebir sin la aportación de los consistorios. Cierto que se han producido algunos casos de corrupción relacionados, casi todos, con el urbanismo; no obstante y pesar de los pesares, el balance es envidiable.
Muchos de los alcaldes y regidores que aquel lejano mes de abril de1979 tomaron posesión se habían forjado en los movimientos vecinales y reivindicativos. Pues bien, con tan sólo el 13% del gasto público realizaron una labor ingente: urbanización de barrios, plazas duras, zonas verdes, escuelas. Después, en la década de los noventa las necesidades fueron otras, ya se tenía lo más elemental y, por tanto, había que dar un salto Fue la época de las demandas sociales y por eso se hicieron guarderías, centros para la tercera edad, parkings y nuevas infraestructuras. Más tarde, en los inicios de este siglo XXI se han tenido que integrar 3,5 millones de inmigrantes en toda España y eso lo han hecho los ayuntamientos y, además, lo han hecho salvaguardando la cohesión social y el bienestar.
Ahora, para combatir la crisis, el Gobierno de Rodríguez Zapatero ha puesto a disposición de los municipios 8.000 millones de euros del Fondo Estatal de Inversión, de este modo se espera generar un importante número de nuevas ocupaciones, (sólo en Barcelona ciudad es posible crear con estos recursos 8.500 puestos de trabajo) Cada vez es más evidente que las políticas municipales están directamente ligadas al bienestar de las personas. Y se constata que la proximidad es un elemento básico para mejorar la calidad y la eficacia de los servicios públicos.
Los consistorios siguen siendo la cenicienta de las administraciones, por lo que a recursos se refiere. A pesar de eso, más del 30% de los recursos municipales se dedican a servicios que no son competencia directa de los ayuntamientos. Esto sucede por aquel principio de los alcaldes que dice que “todo lo que sucede en mi municipio es de mi competencia, y lo que no, es de mi incumbencia”.
En estas circunstancias sería deseable que se hicieran realidad la palabras pronunciadas recientemente, por la entonces Ministra de Administraciones Públicas y ahora Ministra de Economía Elena Salgado. Según dijo en este año se debería cerrar el acuerdo para la nueva financiación local, para así mejorar la tesorería de muchos municipios que se ven en serias dificultades para cumplir con sus obligaciones. Esperemos que así sea.
Bernardo Fernández
Publicado en ABC 29/04/09

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