El revuelo generado por los diputados díscolos del PSC, al romper la disciplina de voto de su grupo parlamentario –hecho ampliamente difundido por los medios de comunicación-, ha posibilitado que los presupuestos más antisociales y ficticios de la historia de Cataluña, salieran adelante sin excesivo ruido mediático. Una vez más, algunos han estado más pendientes del dedo que señalaba la luna que de la propia luna.
Ha tenido que transcurrir más de un año para que Cataluña vuelva a tener Presupuestos (recordemos que en 2013 se funcionó con presupuestos prorrogados). Las cuentas de 2014 han salido adelante con los votos de Convergencia i Unió y Esquerra Republicana que volvieron a poner de manifiesto su idilio soberanista. Tan fuerte es el romance que no aceptaron ni una de las centenares de enmiendas que presentaron los grupos de la oposición.
Para Joan Herrera de Iniciativa “Resulta que de las 1.000 enmiendas que hemos presentado no han aprobado ni una. Y por tanto, esto evidencia que su voluntad de diálogo ha sido cero”. Sin embargo, a los ecosocialistas les faltó tiempo semanas atrás para hacerse la foto con soberanistas e independentistas y dar el visto bueno a una consulta que nunca se va a celebrar. Eso sí, luego argumentan que progreso social y nacional van unidos. Visto lo visto con los presupuestos no parece que las cosas sean así.
A pesar de que el gobierno catalán ha querido presentar las cuentas como “las más sociales de la historia”, la verdad es que los recortes se consolidan y la supervivencia del Estado de bienestar queda en entredicho. Por otra parte, la opacidad en la presentación y debate de estos presupuestos ha sido una constante. Así por ejemplo, las partidas destinadas a la consulta soberanista, fijada para el 9 de noviembre y la partida de ingresos: 2.300 millones de euros de privatizaciones han quedado sin concretar.
El trío de conveniencia CiU y ERC insistió en el argumento esgrimido como cantinela en todo el debate, para justificar las cuentas, asegurando que son las únicas posibles. “¿Es el presupuesto que desearíamos? Pues no. Querríamos otro tipo de Presupuestos, que pudiésemos controlar impuestos, que tuvieran más ingresos, que fueran expansivos. Pero no lo podemos hacer”, lamentó Fernández Teixidó, diputado convergente.
Para ERC el fin justifica los medios y todo lo dan por bien empleado porque “el pueblo de Cataluña decidirá democráticamente, este 2014, superar las limitaciones”, según argumentó el diputado republicano Pere Aragonés.
Sin embargo, en la Cámara catalana no todo el mundo es de la misma opinión, por eso los grupos de la oposición criticaron con dureza estos presupuestos por antisociales y poco realistas. Aunque el Gobierno alardea de priorizar el gasto social, que ha subido un punto porcentual respecto a 2012, hay datos que son elocuentes y enmiendan la retórica vacua. Por ejemplo: la inversión en el mencionado gasto social se ha desplomado un 80% con respecto a la década anterior y ha caído a niveles de 2004. Las cuentas de 2014 son casi una fotocopia de las pactadas en 2010 y 2011 entre PP y CiU, aunque las de ahora vengan avaladas por ERC. Tal vez por eso, el portavoz socialista, Maurici Lucena, con cierta sorna dirigiéndose a los escaños de Esquerra dijo que “les queda muy poquito de izquierda”.
Una evidencia de que estos presupuestos son pura propaganda gubernamental es el decreto contra la pobreza energética para congelar las facturas eléctricas. El Gobierno no pone ni un euro porque los usuarios, pasado el invierno, deberán pagar el consumo. Pero no sólo eso, es que todas las partidas han sufrido un notable descenso, desde la educación a la sanidad pasando por el fomento de la industria.
De todos modos, donde de verdad se pone en evidencia la poca solidez y la opacidad presupuestaria es en la partida de 2.318 millones de euros contabilizada en el capítulo de ingresos. Según dijo el consejero Andreu Mas Colell esta cifra se obtendrá con futuras privatizaciones, concesiones y ventas de activos, negándose a dar más explicaciones.
Sin duda estamos ante unas cuentas fantasmas por ilusorias que ni siquiera van a servir para cumplir con el objetivo de déficit. Unos presupuestos que tienen como moneda de cambio el anuncio de una consulta que nunca se va a celebrar.
Por otra parte, es cierto que el acto de indisciplina de los diputados díscolos del PSC haciendo caso omiso del mandato del Consejo Nacional de su partido y alineándose con soberanistas e independentistas, es un hecho grave que ha dinamitado el frágil equilibrio del socialismo catalán poniendo al PSC a los pies de los caballos. Y en esas circunstancias, plumíferos y palmeros a sueldo del poder han aprovechado la ocasión para hurgar en las miserias de los socialistas catalanes y, sin embargo, han pasado de puntillas sobre unos presupuestos que van a seguir asfixiando a la ciudadanía y que son la punta de lanza para convertir el Estado del bienestar en un estado de angustia permanente.
Una vez más ha sucedido aquello de que los árboles no dejan ver el bosque. Y es que justo es reconocer que tenemos gurús de la comunicación que son auténticos especialistas en hacer malabares con la información escondiendo la bolita de aquello que mientras menos se sepa mejor.
Bernardo Fernández
Publicado en Crónica Global 29/01/14
16 de febrer 2014
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