19 d’abril 2013

SALVAR EL PAÍS

Quizá los dos ejecutivos tripartitos que gobernaron Cataluña entre los años 2003 y 2010, lo hicieron con excesivo ruido mediático, en especial el segundo. Eso hizo que se generara una sensación de caos gubernamental e incerteza en la sociedad catalana que facilitó a los nacionalistas, liderados por Artur Mas, su regreso a la Generalitat con relativa facilidad. A CiU le bastó con extender la idea de que el iban a “levantar” una Cataluña supuestamente hundida por la izquierda para obtener una mayoría parlamentaria que, sin ser absoluta, permitía gobernar con bastante comodidad. Pero la realidad suele ser tozuda y cuando aún no habían trascurrido dos años, Artur Mas al frente del “Govern dels millors”, puso fin a la legislatura más breve del Parlament, con un balance más que discreto.


Al convocar elecciones de manera tan temprana Mas pretendía una mayoría “excepcional” que le permitiera, por un lado, prescindir del PP que había sido su soporte habitual en el Parc de la Ciutadella, y, por otro, obtener el apoyo electoral suficiente para iniciar el anhelado proceso de secesión. No faltaron entonces los visionarios que vaticinaban que Artur Mas pasaría a la historia como el gran estadista que dotaría a Cataluña de estructuras de Estado y que llevaría a su pueblo por el camino de la soberanía plena. Hoy, para una buena parte de ciudadanía, el President no es más que un político mediocre ya amortizado al que sus correligionarios le están buscando sustituto.

Ahora, cuando han pasado poco más de cien días de la toma de posesión del nuevo Gobierno, la realidad es francamente desoladora. Mas ha tenido que pedir ayuda a los socialistas. Un partido al que demonizó durante años como responsable de la crisis. Y que, además, ha rechazado seguirle en su apuesta por la independencia. Por otra parte, es evidente que la fórmula neoliberal de la austeridad presupuestaria pura y dura, nos hace más pobres y en consecuencia más vulnerables. Pues bien, aun y así Artur Mas, se empeña en decir que: “No está en juego el Gobierno, está en juego el país”. Falso. Lo que está fracasando estrepitosamente es la apuesta neoliberal y la mayoría soberanista que conforman CiU y ERC son fuegos de artificio vacíos de contenido.

En circunstancias como esta sólo admitiendo la realidad es posible rectificar, pero no parece que Artur Mas esté por la labor.



Bernardo Fernández

Publicado en ABC 17/04/13



15 d’abril 2013

ESCRACHE

Desde enero de 2008 hasta septiembre de 2012 se han llevado a cabo en España 391.032 desahucios, y están en trámite de ejecución 198.000. Según datos del Banco de España el 88% de las hipotecas concedidas son para primeras residencias, el resto para despachos garajes y otros. Estos números, pese a su frialdad, ponen de manifiesto las dimensiones del drama que se está viviendo en nuestro país con la pérdida de la vivienda habitual.


Con esta realidad de fondo el Gobierno ha llevado al Congreso de los Diputados la futura Ley de Protección de Deudores Hipotecarios y de Alquiler Social. En ella el Ministerio de Economía ha querido sintetizar un anterior decreto gubernamental, la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) presentada recientemente por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y otros movimientos sociales, así como y una cincuentena de propuestas de los otros grupos parlamentarios.

Esta iniciativa legislativa descarta categóricamente la dación en pago, que era el eje vertebrador de la mencionada ILP, aunque si alivia la carga de los intereses. La propuesta de la PAH en ningún momento pretendía que la entrega de la vivienda como pago de la hipoteca tuviera carácter universal, tan solo sería aplicable en el caso de las primeras residencias.

De haber prosperado la propuesta se hubiera logrado un gran alivio para miles de familias. Además, en contra de lo que sostienen determinados opinadores, hubiera sido proporcionada ya que el endeudamiento excesivo de una familia suele ser propiciado por el afán desmesurado de las entidades financieras de vender sus productos. No hubiera existido boom inmobiliario sino hubiera habido entidades dispuestas a financiarlo.

De todos modos, es verdad que la dación en pago no es la panacea y puede ocasionar numerosas injusticias y generar indefensión jurídica. Por eso, si el Gobierno tuviera auténtica voluntad política para solventar el problema, hubiera podido tomar como referencia la iniciativa la planteada por Franklin Delano Rosevelt (publicada en el Dealing with household debt, capítulo 3 del World Economic Outlook del FMI en abril de 2012), y que básicamente consistió en que13 de junio de 1933 a los dos meses de llegar a la Casa Blanca y cuatro años después de la Gran Depresión. Montó la HOLC (Home Owner’s Loan Corporation) un organismo público que compró a los bancos posiciones acreedoras en las hipotecas a cambio de bonos. De esa forma se reestructuró la deuda de las familias asfixiadas por la crisis. Se otorgaron quitas, se ampliaron plazos para pagar la deuda y se rebajaron intereses. Así se salvaron 25 millones de familias y se redujeron sustancialmente los desahucios, con un coste de 4.750 millones de euros, el 8,4% del PIB

Dado que el Gobierno ha hecho caso omiso a las peticiones de la ciudadanía, no nos debería sorprender que aquellos que están sometidos a la presión del los desahucios hayan decidido tirar por el camino de en medio y poner en jaque a algunos cargos públicos del PP, practicando el escrache. Quizá estos movimientos no sean el mejor ejemplo a seguir, pero tampoco lo son los intentos del Gobierno de criminalizar a los movimientos sociales que no le son afines. Y, desde luego, no lo son las declaraciones de la Delegada del Gobierno en Madrid, la Señora Cristina Cifuentes, insinuando las simpatías de miembros de la PAH hacia movimientos terroristas. Mas bien, esas declaraciones son un insulto a la inteligencia y ponen de manifiesto el escaso calado democrático de la delegada.

Aunque no lo parezca, la democracia directa está contemplada en la Constitución. Los ciudadanos tenemos, además de votar y callar, otros derechos. Tenemos derecho a manifestar satisfacción o enojo. Ahora bien, es cierto que tras las grandes manifestaciones aparece el desánimo o la duda sobre su eficacia. Por tanto, no nos debería extrañar que surjan maneras diferentes de expresar los desacuerdos. Ese es el caso del escrache. Es verdad que las discrepancias suelen generar cierto grado de tensiones personales. Pero el grado de civilidad de una sociedad, entre otras cosas, se puede medir por la capacidad de tolerancia entre las tensiones sociales y personales.

En cualquier caso, no todo vale y las injurias, las calumnias infundadas y la agresión física no son escrache y por tanto perseguibles penalmente. Pero como dice el Tribuna Supremo quienes voluntariamente ejercen una actividad pública y reclaman el soporte de los ciudadanos han de tolerar una crítica más profunda de sus actuaciones y comportamientos. En definitiva, el escrache es un ejercicio del derecho a la participación directa en la vida política. Y aunque moleste hay que soportarlo, al fin y al cabo va con el sueldo.



Bernardo Fernández

Publicado en La Voz de Barcelona 15/04/13



100 DIES

Es compleixen els 100 primers dies del Govern de CiU. Un Govern del què resulta impossible no fer una valoració negativa. Un Govern que ha demostrat ser insensible davant la realitat social de Catalunya i demostra la seva manca de voluntat política. Un Govern que ha deixat palès que és incapaç de gestionar el present i portar un alè d’esperança als catalans i les catalanes.


Estem vivint una emergència social i nacional sense precedents, per això ens cal un Govern que defensi l'interès general dels ciutadans. Un Govern amb unes prioritats clares, com, per exemple, sortir de la crisi, crear ocupació i reactivar l'economia i, especialment, protegir als catalans i les catalanes que pitjor ho estan passant i que no obtenen cap resposta d'aquest Govern.

Tenim un Govern que va anar del bracet la passada legislatura amb el PP i aquesta ha signat una pacte de governabilitat amb ERC. En aquestes circumstàncies la pregunta és obvia: Quin projecte té aquest Govern més enllà de la crispació permanent i la justificació en la responsabilitat dels altres per no afrontar el què s'està fent malament?

Després de més de quatre mesos de legislatura Catalunya continua sense tenir uns pressupostos aprovats - de fet som l'única Comunitat Autònoma que no els té -, però tampoc es té cap certesa de quan es portaran al Parlament ni quan ni com s’aprovaran i és clar, un país així no pot funcionar.

És veritat que l’asfixia econòmica, per raons diverses, és molt forta, ara bé, no és menys cert que el Govern podria haver posat en marxa determinades iniciatives i que ni costen diners ni depenen de la conjuntura econòmica global. Per exemple: es podrien haver destinat r els diners de les escoles d’elit a les beques menjador, també s’hauria pogut destinar el milió d’euros de l’aniversari del 1714 a la PIRMI, de la mateixa manera s’haurien pogut evitar el tancament d’escoles o convocar la Junta de seguretat de Catalunya que, per cert, no es reuneix des del Govern de José Montilla”. Amb el mateix cost (és a dir, cero euros) es podria haver regulat r el sector elèctric, que tal com està es perjudica i molt les energies renovables. Tampoc s’ha convocat la Convenció catalana pel canvi climàtic per marcar el full de ruta de l’economia verda. Tanmateix s’hauria pogut millorar la gestió de l’ATLL i no privatitzar-la a corre cuita i de la manera tan incompetent com s’ha fet”. Aquests són només alguns exemples de iniciatives que aquest Govern podria haver fet sense posar un sol euro i no ha fet, però és que es podrien posar molts més exemples.

Un govern ha de tenir clares quines són les seves prioritats i tirar-les endavant, i no només fer declaracions d'intencions i aquest no és el cas de l’actual Govern de la Generalitat

Artur Mas té l’obligació i la responsabilitat, com a màxim autoritat de Catalunya de donar resposta a les demandes que fan els ciutadans i les ciutadanes. No podem perdre de vista quina és la realitat que estem vivint. I no oblidem, tampoc, que en la darrera legislatura CiU tenia una majoria relativament còmoda per governar i va ser Artur Mas qui va dissoldre el Parlament dos anys abans de la data que corresponia i va convocar eleccions per que volia una majoria excepcional, segons va dir reiteradament en campanya.

Doncs ara té el que es mereixia.

Bernardo Fernández

Publicat a e-notícies 07/04/13

LO QUE PUDO HABER SIDO Y NO FUE

Estos días se cumplen 93 años de la proclamación de la Segunda República española. Aquel hecho histórico fue posible porque se dieron una se...